En varias ocasiones nos han recomendado probar el que se conoce como Falso paté de centollo, y no ha sido hasta hace unos días que nos animamos a probarlo. Al buscar algo sobre su elaboración nos sorprendió que la receta estuviera tan extendida, es decir, hay un montón de blogs y webs culinarias que la recomiendan, por lo que no sabemos a quién se le ocurrió preparar esta crema untable, que también puede servir para rellenar tartaletas, pescados, mariscos… que de algún modo puede recordar a una preparación del mencionado crustáceo.
Este falso paté de centollo es muy fácil de preparar, además es muy económico y da mucho juego, así que también os animamos a probarlo. Pero debemos decir que hemos hecho nuestra propia versión, pues en las propuestas que encontramos en internet (la mayoría basadas en la misma receta) añaden el vino con todo su alcohol, aunque sea poco, y la cebolla cruda. Nosotros decidimos evaporar el alcohol a la vez que se cocinaba la cebolla, y el resultado nos parece muy bueno, probadlo vosotros y nos comentáis.
Ingredientes
- 40 gramos de cebolla tierna
- 50 gramos de vino blanco
- 2 latas de mejillones al natural (con líquido de gobierno, unos 230 gramos)
- 6-7 filetes de anchoa en semiconserva
- 225 gramos de surimi
- 2 c/s de mahonesa.
Elaboración
Pela y pica la cebolla en brunoise, ponla en un cazo con el vino blanco y deja reducir a fuego medio-bajo hasta que quede un tercio del vino.
Pon en el vaso de la batidora los mejillones y el líquido de gobierno de una de las latas, el de la otra resérvalo para después añadir lo que desees según la textura deseada. Añade también los filetes de anchoa, la cebolla tierna con el vino y un tercio del surimi. Tritura hasta obtener una pasta.
Un detalle importante, si la anchoa está muy salada, para que no estropee este pate puedes enjuagarla con un poco de agua.
Pica a cuchillo el resto de surimi hasta obtener unas migas e incorpóralas a la preparación anterior, añade también la mahonesa y mezcla bien.
Acabado y presentación
Pon el paté en un recipiente que puedas tapar y deja reposar en el frigorífico hasta el momento de servir. Puedes presentar el falso paté de txangurro o centollo en una terrina para que cada comensal se sirva al gusto, o directamente sobre unas tostadas, unas tartaletas… ¡Buen provecho!