El cloruro de metileno o diclorometano se considera un método eficaz para descafeinar el café y se utiliza ampliamente en la industria cafetera, sin embargo y a pesar de que el nivel de este elemento presente en el café es extremadamente bajo, se considera seguro para el consumo. En la UE se establece un límite máximo de dos partes por millón en el café tostado y en Estados Unidos se determina que su presencia no debe superar las 10 partes por millón en el café descafeinado tostado y en el café soluble descafeinado.
Pero, ¿existen riesgos para la salud por el cloruro de metileno presente en el café descafeinado? Según algunos estudios sí, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) propuso prohibir la mayoría de los usos del cloruro de metileno, regulados por la Ley de Control de Sustancias Tóxicas debido a riesgos para la salud como, por ejemplo, el cáncer o los problemas hepáticos. También se pueden consultar varios estudios realizados por el CDC (Centros para el Control y Prevención de Enfermedades), así como otras cuestiones relacionadas con el diclorometano, cómo afecta a la salud, cómo afecta a los niños, cómo se puede reducir su exposición, etc.
Por ello, el Fondo para la Defensa del Medio Ambiente (Environmental Defense Fund) ha solicitado a la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación de Estados Unidos) que se prohíba su uso. Sus reivindicaciones se basan en la propuesta de la EPA y en un estudio de la organización Clean Label Project, organización que tiene el cometido de proporcionar veracidad y transparencia al etiquetado de alimentos y productos de consumo.
En el año 2022 esta organización analizó 17 muestras de café descafeinado y según los resultados obtenidos por el laboratorio independiente Eurofins, la cantidad de cloruro de metileno era entre un 10% y un 99’5% mayor del límite máximo establecido como seguro por la FDA. Hay que decir que aunque la agencia considera que los niveles de esta sustancia son seguros, Clean Label Project considera que se debería realizar una reevaluación de la seguridad de esta sustancia, ya que desde el año 1985 no se ha llevado a cabo ninguna revisión y tampoco se han tenido en cuenta los nuevos estudios y descubrimientos.
Dado que existen sospechas de que el diclorometano causa cáncer, se recuerda a la FDA una reglamentación de la Ley Federal de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos, en la que se prohíbe cualquier aditivo alimentario que pueda causar cáncer en los seres humanos o en animales si así se determina en las pruebas de seguridad. A esto hay que sumar que el Fondo para la Defensa del Medio Ambiente y Clean Label Project, están presionando a la Asamblea del Estado de California o Cámara de los Diputados de la Legislatura del Estado de California con la intención de que se prohíba el denominado método europeo descafeinado, de hecho, según este proyecto de ley, se propone prohibir el consumo humano de esta sustancia en California para el año 2027.
En el denominado método europeo para elaborar café descafeinado, la Asociación Nacional del Café explica que el proceso consiste en aplicar calor mediante vapor de agua a los granos de café verdes, para abrir sus poros y así facilitar el acceso del cloruro de metileno (disolvente orgánico muy utilizado en el proceso de descafeinado), que se adhiere a la cafeína y la elimina de los granos, este proceso se repite varias veces hasta llegar a la concentración deseada de cafeína y posteriormente, se procede al secado de los granos de café. Se asegura que la técnica conserva el sabor, elimina eficazmente la cafeína (aunque no se elimina totalmente), conserva la energía, el agua y la cantidad de cloruro de metileno que pueda quedar en los granos, permanece considerablemente por debajo de los estándares de seguridad establecidos por la FDA, es decir, 10 partes por millón. Pero, además, el proceso de descafeinado es mucho más económico en comparación con otros sistemas y se puede recuperar casi la totalidad del cloruro de metileno para su posterior reutilización, lo que hace que su impacto ambiental sea reducido y sea más viable ecológicamente.
Según la Asociación Nacional del Café (NCA), un 10% de los estadounidenses consumen café descafeinado que se ha elaborado con el método europeo y su elaboración se lleva a cabo fuera de Estados Unidos, principalmente en Italia, Alemania y Suiza. La NCA insiste que la prohibición de este sistema para descafeinar, desafía a la ciencia y dañaría la salud de los estadounidenses, es decir, todo lo contrario a lo que aseguran quienes solicitan su prohibición. La NCA comenta que no se han presentado pruebas evidentes y convincentes del riesgo del método, por lo que se considera que se deben rechazar estas peticiones de prohibición.
Según la EFSA y la Directiva Europea 2009/32/CE del 23 de abril de 2009, el límite máximo de dos partes por millón (mg/kg) en el café tostado es seguro, sin embargo, recordemos que no es la primera vez que un dictamen favorable de la EFSA se ha cambiado, un ejemplo que se puede citar es el dióxido de titanio, un aditivo que según la EFSA no representaba un problema para la salud de los consumidores y que posteriormente, tras una segunda reevaluación, concluyó que no era seguro y se prohibió su uso.
Según leemos aquí, hay mucho apoyo para que se elimine el cloruro de metileno, así como otros aditivos, ya veremos si al final la FDA decide realizar la reevaluación (debería realizarse dado que la última se realizó en 1985). Si termina prohibiendo el sistema para elaborar café descafeinado, ¿qué consecuencias tendrá para la industria del café?
Foto 1 | Maren Barbee
Foto 2 | Esther Max