Hoy se celebra el Día de la Tierra, jornada que, entre otras cuestiones, tiene como finalidad concienciar a la población sobre la sobrepoblación, la contaminación, la necesidad de conservar la biodiversidad, así como otras preocupaciones ambientales que tienen el cometido de proteger la Tierra. Con motivo de esta celebración, Amigos de la Tierra recuerda su reciente informe “El envasado de plástico no evita el desperdicio alimentario”, en el que se analiza cómo los residuos plásticos han aumentado de forma paralela al desperdicio de alimentos, para llamar a la acción a los consumidores y para que pidan productos libres de plástico.
¡Exige y elige productos sin plástico! es el lema para decir ¡basta ya! y pedir a la industria y a la administración que pongan en marcha medidas para acabar con el excesivo uso de plástico, así como con la problemática que causa este material contaminando los ecosistemas terrestres y marinos. Lo que parece más evidente es que son los consumidores los que podemos lograr que se produzca un cambio en la situación, simplemente evitando adquirir alimentos envasados con plástico y reclamar en los puntos de venta que se lleven a cabo cambios que permitan realizar compras más sostenibles y respetuosas con el medio ambiente.
La industria alimentaria ha favorecido la comodidad en el consumo limitando la posibilidad del reciclado mediante el uso de envases de plástico, material que, aunque se pueda reciclar, generalmente las empresas no lo reciclan porque no resulta interesante para la industria. Volvemos a citar el ejemplo de los envases PET (tereftalato de polietileno), la industria no lo recicla porque el material resultante denominado RPet (Pet reciclado) no tiene el atractivo estético que ofrece el material virgen, elaborado a partir de materias primas nuevas o vírgenes, por lo que el resultado es que el 91% de los envases PET no son reciclados y acaban en los vertederos, incinerados o en los mares.
Los envases plásticos de un solo uso han sido abrazado por los consumidores durante años y han ido exigiendo más comodidad, hasta el punto de que, por ejemplo, se ha desprovisto a la fruta de su envase natural para ponerla en un envase de plástico. Es lógico que la situación haya afectado al reciclado y a la gestión de residuos, por lo que no es extraño que millones de toneladas de plástico acaben en los océanos, afectando directamente a la vida marina e introduciéndose en la cadena alimentaria. Amigos de la Tierra advierte que la demanda europea de plástico ronda los 49 millones de toneladas al año, un 40% corresponde a embalaje de usar y tirar del que sólo se recicla el 30%, el resto acaba en vertederos, incineradoras y se abandona en el entorno.
La organización ecologista advierte que el impacto sobre los océanos es evidente, se calcula que anualmente se vierten al mar ocho millones de toneladas de plástico y que actualmente ya hay en los mares unos 150 millones de toneladas de este material, cifra que se podría multiplicar por cuatro para el año 2050. Merece la pena recordar que existen enormes ‘islas de plástico’ o gigantes agrupaciones de plástico en los mares, de momento, son seis las más grandes, la última isla descubierta tiene un tamaño de 1.600.000 kilómetros cuadrados y está localizada entre California y Hawái, pero existen cientos o miles de ellas de todos los tamaños y están presentes en todos los océanos y mares.
Se considera urgente modificar el modelo actual de producción, consumo y gestión de los residuos de plástico porque, de lo contrario, el desastre ambiental será mayor, como hemos comentado, se puede multiplicar por cuatro la cantidad de plástico presente en mares y océanos para el año 2050. La celebración del Día de la Tierra es un motivo más para reivindicar la puesta en marcha de medidas que acaben con la situación.
Hay que aclarar que no se veta al plástico, ya que se trata de un material necesario que resulta útil en muchas aplicaciones, pero sí su uso innecesario asociado, sobre todo, a la cultura del “usar y tirar”, que es el que realmente está generando el problema medioambiental y económico. En este último aspecto y para hacerse una idea, merece la pena retomar la lectura del informe de Amigos de la Tierra sobre esta cuestión, en él se explica que los costes ambientales causados por los envases de plástico se calculan en unos 15.000 millones de euros. Europa es consciente de la situación, por ello, existe una estrategia europea sobre los residuos plásticos que fue aprobada a principios de año y que tiene como objetivo proteger el planeta, defender a los ciudadanos y capacitar a las industrias.
De hecho, se trata de la primera estrategia europea sobre los plásticos que forma parte de la transición hacia una economía más circular. Según estos planes, todos los envases de plástico del mercado de la UE serán reciclables para 2030, el consumo de plásticos de un sólo uso se reducirá y se restringirá el uso intencional de microplásticos. Amigos de la Tierra comenta que aún no se han planteado medidas vinculantes para solucionar el problema, pero hay establecidos unos objetivos vinculantes de reciclaje para 2020 de todos los residuos domésticos en un 50%, destacando que España no alcanzará el objetivo si no se realizan mayores esfuerzos.
Los consumidores jugamos un papel importante para alcanzar el objetivo, sólo tenemoms que exigir y elegir productos alimenticios sin plástico de usar y tirar. Cada año que pasa, la celebración del Día de la Tierra es más lamentable, porque aumentan los problemas medioambientales y se deja a las futuras generaciones una herencia vergonzosa. Así que sumaos a esta campaña, podéis conocer más detalles sobre la reivindicación de la organización ecologista a través de este artículo en su página web.