Exceso de producción de melones, esa es la explicación que proporciona Antonio Cerdá, Consejero de Agricultura y Agua de la Región de Murcia, ante la crisis del melón y la decisión de los agricultores de destruir y donar hasta el 30% de la producción melonera. El consejero indica que se trata de una actuación lógica si se quieren mantener los precios, algo en lo que no coincidimos.
Posiblemente, la supuesta elevada producción de melones podría comercializarse en su totalidad, bastaría con que los intermediarios redujeran un poco su margen, recordemos que de ello hablábamos en el post La crisis del melón. Es pura especulación que se pague a los agricultores a 0,9 euros el kilo de melón y después se ofrezcan a los consumidores 10 veces más caros, a 0’95 euros el kilo.
Simplemente reduciendo el margen de los intermediarios (un poco) los productores no se verían forzados a destruir parte de la cosecha, por otro lado, ofrecer un precio más moderado al consumidor incrementaría la venta de melones. Además, el consejero justifica el exceso de producto indicando que Europa compra menos melones a causa de las bajas temperaturas.
El consejero obvia claramente el verdadero problema, son las grandes cadenas de distribución las que ponen precio al producto y las que intentan sacar el máximo partido llegando a extremos especulativos, de ello ha sido testigo el IPOD (Indice de Precios Origen-Destino). Recordemos que los productores ya habían sufrido varias reducciones de precios a medida que avanzaba la temporada, y hasta el momento las habían aceptado, pero existen límites y en este caso se han rebasado.
En el post Crisis en los alimentos de temporada podíamos conocer que esta situación se repite con muchos productos alimenticios exista o no sobreproducción, recordemos por ejemplo la crisis de los pimientos verdes o como los intermediarios forzaron la reducción de los precios de la patata nueva adquiriendo patatas viejas de otros países europeos. Si analizamos cada caso nos vamos a dar cuenta de que la sobreproducción no es una justificación en la mayoría de casos, sí en cambio las fluctuaciones de mercado provocadas con las cadenas de distribución.
La abundancia no se desea, y mucho menos que todos podamos beneficiarnos de ella, es preferible la escasez y mantener precios, el objetivo es seguir obteniendo grandes beneficios…