Ethos, el restaurante ficticio que explora la inteligencia artificial y la autenticidad digital

No hay duda de que la inteligencia artificial está transformando diversos sectores y la gastronomía es uno de ellos. Y en relación a estso, hoy conocemos un proyecto que resulta intrigante y un tanto provocador, se trata de Ethos, un restaurante ficticio que explora la inteligencia artificial y la autenticidad digital.

El restaurante Ethos ha sido generado totalmente por IA y se ha hecho famoso a través de redes sociales como Instagram. No tiene una sede física, no tiene cocina y, por supuesto, tampoco tiene clientes reales, de hecho, todo lo que rodea a este restaurante, su director general Giuseppe Fusilli, las fotografías y descripciones de los platos, etc., es una creación digital que se ha apropiado de la estética y el lenguaje de los restaurantes de alta cocina, pero sin ninguna realidad que lo respalde.

El restaurante creado con IA ha logrado llamar la atención generando fascinación, especulación y debate entre varios segmentos, periodistas, críticos gastronómicos y público en general. La pregunta pertinente es la siguiente: ¿Qué es Ethos y por qué ha llamado tanto la atención?

Ethos se autoproclama como el «restaurante número uno de Austin» en Texas (Estados Unidos), y promete ser «el hogar de los sabores irreales». Pero si realizamos una búsqueda rápida en internet, podemos comprobar que no existe un local registrado bajo ese nombre, ni ningún documento asociado a él, como licencias o permisos. Por supuesto no encontraremos reseñas de clientes en ninguna plataforma, y si accedemos a los enlaces para la reserva de una mesa en su web, donde consultar su disponibilidad, nos lleva a un vídeo con una respuesta particular y fácil de interpretar, vemos a una persona a la que golpean con una anguila.

Sin embargo y a pesar de que no existe físicamente, el restaurante Ethos ha logrado construir una identidad virtual que resulta atractiva, podemos acceder a su cuenta de Instagram, donde veremos fotos increíbles que conforman una especie de homenaje a la comida y a la experiencia gastronómica. Por supuesto, todas las fotografías han sido generadas por inteligencia artificial y logran crear unas altas expectativas para quien no sepa que se trata de una ficción.

A día de hoy, la identidad de los creadores de Ethos sigue siendo desconocida, lo que resulta intrigante y proporciona un halo de misterio al proyecto. Algunas especulaciones apuntan que puede tratarse de una obra de alguien que trabaja o ha trabajado en el ámbito de la restauración en la ciudad de Austin, y se cree así por la precisión con la que se refiere a la cocina local y la cultura gastronómica de la región, aunque bien puede haber obtenido la información de internet.

Otras personas creen que se trata de un colectivo artístico que ha decidido usar la IA para cuestionar la frontera entre lo que es real y lo que es ficticio, así como el modo en el que se presentan las experiencias online. La curiosidad ha provocado el deseo de saber que hay detrás de todo esto y Austin Monthly Magazine, una revista mensual que se centra en la vida y la cultura de Austin, lleva meses intentando desentrañar la verdad que hay detrás del restaurante de inteligencia artificial, las pesquisas y preguntas realizadas a través de la web de Ethos sólo han respondido con mensajes ambiguos, gifs graciosos, etc.

El mutismo y las respuestas recibidas han conducido a interpretaciones como que el restaurante Ethos es simplemente una parodia de los restaurantes modernos, que cada vez son más exclusivos y se distancian de la experiencia real de los comensales, centrándose únicamente en el marketing y la estética. La aparición de este establecimiento ficticio coincide con un momento en el que la inteligencia artificial está cambiando la forma en que entendemos la autenticidad, donde las experiencias digitales pueden ser casi tan convincentes como las reales.

La existencia de un establecimiento gastronómico sólo presente en el ciberespacio plantea preguntas sobre lo que significa ser genuino, surgiendo preguntas como: ¿Es Ethos una burla a los restaurantes de alta cocina que priorizan la imagen por encima de la experiencia auténtica? ¿O es una crítica más amplia a la digitalización de nuestras vidas, donde lo simulado y lo verdadero se entrelaza cada vez más? Quizá la respuesta sea más simple de lo que podamos pensar.

Ethos replica todo lo que rodea a uno de estos restaurantes de alta cocina, incluso el proceso de reserva y las listas de espera interminables, que indudablemente son parte de la experiencia de esos exclusivos restaurantes, pero llevándola al extremo de lo absurdo, ya que resulta tan exclusivo que ni siquiera existe. El debate sobre el uso de la inteligencia artificial en la creación de contenido digital está servido, publicar imágenes de platos, escenarios ficticios y todo lo que rodea a un restaurante sin una clara indicación de que se trata de contenidos generados por IA, lleva a algunos a cuestionar la ética de este tipo de proyectos.

En un entorno donde la desinformación puede propagarse rápidamente y de hecho lo hace, la capacidad que tiene la inteligencia artificial para generar imágenes realistas sin un contexto claro plantea desafíos sobre la transparencia y la confianza. Claro, siempre hay dos caras en una moneda, hay quien le ve un lado positivo, una creatividad desbordante que permite a las personas imaginar nuevas formas de arte y comunicación.

Sin duda, el restaurante ficticio Ethos representa una visión de futuro donde la frontera entre lo real y lo virtual es cada vez más difusa. Claro, que se podría considerar un experimento artístico que podría marcar el inicio de nuevas formas de interacción con el mundo de la gastronomía, se puede imaginar un futuro en el que experiencias de realidad aumentada o virtual permitan «visitar» restaurantes ficticios, degustar platos simulados e incluso participar en eventos gastronómicos desde la comodidad del hogar.

En definitiva y como leemos aquí, hay mucha especulación y quizá aún tarden en llegar las ansiadas respuestas. Mientras, Ethos se ha convertido en un símbolo de la era digital, donde la línea entre la creatividad y la realidad se difuminan más con cada publicación.

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