El Ministro de Agricultura está trabajando para modificar el Real Decreto que alude a la comercialización del aceite de oliva en sus diferentes variedades, la finalidad es prohibir las aceiteras rellenables de bares y restaurantes. Recordemos que inicialmente la Unión Europea debía aplicar una normativa para prohibir el uso de este tipo de aceiteras en restaurantes y otros establecimientos de hostelería, ésta entraría en vigor el 1 de enero de 2014, pero se dio marcha atrás, la Comisión Europea anunció la retirada de la medida argumentando que había suscitado polémica en diversos países. Para el sector del aceite fue un varapalo y ante la imposibilidad de llevar adelante una norma comunitaria, se ha optado por una reglamentación nacional.
España prohibirá las aceiteras rellenables, es una decisión que satisface a organizaciones agrarias y cooperativas agroalimentarias, el Ministro argumenta que es necesaria una norma de estas características que pueda garantizar la autenticidad del contenido de las aceiteras, algo que defiende especialmente los intereses de los productores y consumidores, además se ofrecerá más transparencia y honradez en las transacciones comerciales. Se dice que los más beneficiados son los consumidores del canal Horeca, ahora sabrán con certeza qué aceite consumen, algo que hasta ahora no se podía verificar.
En el post Aceiteras rellenables ahora sí, ahora no nos hacíamos eco de la oposición de algunos países, como por ejemplo el Reino Unido, los políticos del país se oponían a la norma, algunos cocineros consideraban que era una prohibición tonta y autoritaria, pero sobre todo perjudicial para los productores artesanales, teniendo en cuenta que aseguraban que esta norma no iba con ellos y no les afectaba, no se entendía la oposición.
Por otro lado se hablaba del coste medioambiental de utilizar envases irrellenables, sin embargo, el Ministro de Agricultura indica que no es un coste significativo si se compara con los beneficios de aplicar la normativa. Como curiosidad queremos destacar algunos consejos que proporcionaba la Asociación de Restaurantes Sostenibles (SRA) del Reino Unido en esta materia, en un comunicado dirigido a los restaurantes se les aconsejaba seguir utilizando el mismo sistema de aceiteras rellenables pero para evitar la normativa (la norma comunitaria todavía no se había desestimado), aconsejaban introducir otros ingredientes en las botellas, como por ejemplo hierbas aromáticas, de este modo la prohibición no les afectaría, además así contribuirían a respetar más el medio ambiente al no permitir el incremento de la fabricación de envases que no se pueden rellenar, y por tanto desperdicio.
No se habla de utilizar obligatoriamente envases monodosis, lo que se obliga con esta normativa es a que el sector de la hostelería y la restauración pongan a disposición del comensal el aceite de oliva en formatos irrellenables, o sea, se pueden utilizar botellas más grandes, siendo el formato de hasta un litro. Lo importante de esta medida es que una vez se ha agotado la botella, no se tiene posibilidad de rellenarla con un aceite de oliva que no corresponda. Sobre el rellenado se apunta además del fraude al consumidor, la degradación de la imagen del producto y su calidad, el rellenado mezcla aceites y se alteran las características organolépticas.
Las cooperativas agroalimentarias consideran que a nivel comunitario las normas de etiquetado son exigentes y cuentan con el oportuno sistema de trazabilidad, pero éstas se diluyen en el último escalón de la cadena alimentaria con las aceiteras rellenables, se echa por tierra toda la maquinaria que procura la calidad y la información destinada a los consumidores. En definitiva, el sector respira y se siente satisfecho de llevar a cabo la prohibición de las aceiteras rellenables en España, pero no quiere olvidar el tema comunitario e invita al Ministro a seguir luchando para lograr que la norma se aplique a dicho nivel.
Al respecto hay que recordar que en su momento, el comisario europeo de Agricultura explicó que se volvería a presentar una nueva propuesta, aunque antes debería debatirse en profundidad esta medida con los sectores de hostelería, restauración y también con los consumidores. Son muchos pasos los que se deben dar, además si se logra alcanzar un consenso y configurar un borrador de la nueva reglamentación, se deberá consultar posteriormente con la OMC (Organización Mundial del Comercio), este órgano revisaría la norma y dispondría de 60 días para pronunciarse sobre el tema. Posteriormente se debería realizar la nueva propuesta formalmente y someterla a votación por los Estados miembros, pudiendo de nuevo ser una iniciativa desestimada.
A nivel europeo hay muchas complicaciones para los cambios en la normativa del aceite de oliva, a nivel nacional parece que ninguna, el Real Decreto 1431/2003 de 21 de noviembre en principio se modificará, concretamente el artículo 4, en él se incluye el siguiente apartado: «los establecimientos de la hostelería y la restauración se acondicionarán en un envase provisto de un sistema de apertura que pierda su integridad tras su primera utilización y de un sistema de protección que impida su reutilización una vez agotado el contenido original indicado en la etiqueta unida al envase». Dicha modificación está en proceso de alegaciones y en unos días, si no ocurre nada nuevo, se aprobará. Podéis conocer más detalles de la noticia a través del artículo publicado en la página de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA).
Foto | Neff Conner