En un comunicado de última hora se ha anunciado que se prepara un Proyecto de Ley para prohibir los alimentos transgénicos, no se podrán cultivar alimentos modificados genéticamente y tampoco se podrán importar productos que integren materias primas transgénicas. Se trata de un cambio de postura al que se opondrá una buena parte de la industria agroalimentaria, así como las empresas que se dedican a la comercialización de productos biotecnológicos.
¿Qué es lo que ha provocado este cambio y por qué se produce ahora? De momento no se han proporcionado muchos detalles en el comunicado emitido, pero se espera que el borrador del proyecto se presente el próximo mes en el parlamento, y posteriormente, que se sigan los trámites habituales para su aprobación. Todavía está por ver si saldrá adelante.
De materializarse este proyecto, la fecha prevista para la prohibición de los transgénicos será a principios del año 2018, también se comunica que todos los alimentos que contengan materias primas modificadas genéticamente deberán ser retiradas del mercado, los campos de prueba e investigación de transgénicos establecidos en nuestro país deberán ser desmantelados, los cultivos que sigan activos con la entrada en vigor de la ley, deberán ser destruidos.
Varios países europeos prohibieron anteriormente el cultivo de transgénicos, dejando a España como, casi, el único país de la UE con suelo dedicado exclusivamente a este tipo de cultivos, siendo el aliado europeo declarado de los transgénicos. Posiblemente este comunicado alegraría a los grupos ecologistas que durante tantos años han luchado y siguen luchando para alcanzar un país libre de alimentos modificados genéticamente.
Decimos alegraría, porque como algunos posiblemente habrán imaginado, esta es una noticia falsa que encaja con el día de hoy, recordemos que es el Día de los Santos Inocentes y es costumbre realizar bromas de todo tipo. Sin duda, a muchos les habría encantado leer esta noticia cualquier otro día, ya que estaríamos hablando de una noticia posiblemente verdadera, y si ocurriera algo así, se montaría un revuelo de grandes proporciones. El debate entre quienes están a favor y en contra de los alimentos modificados genéticamente se recrudecería, el Gobierno sufriría presiones de todo tipo, se hablaría de la pérdida de competitividad, de puestos de trabajo, de transacciones comerciales, etc.
En fin, es una inocentada y de antemano pedimos disculpas a quienes se hayan podido sentir molestos. Para unos sería una tragedia, para otros una luz de esperanza. Con esta broma queremos mostrar que una noticia de estas características tendría un enorme impacto en todos los sentidos, incluso tratándose de una inocentada…