Un grupo de investigadores de la Universidad de Santiago de Compostela está desarrollando un nuevo envase que revolucionará el mundo de los congelados, se trata de los envases comestibles elaborado con proteínas contenidas en el suero obtenido en las queserías. Este material es comestible y no genera ningún tipo de residuo. Se asemeja al film transparente, con él se envuelve el alimento que queremos congelar y cuando procedamos a su descongelación el material se integrará en el alimento y obtendremos un producto de más valor proteínico.
De momento el envase comestible sólo se ha probado con el salmón, el motivo para realizar los experimentos con este tipo de pescado es la rápida oxidación que sufre cuando se congela, el nuevo material consigue reducir la oxidación prolongando el tiempo de congelación.
Otra ventaja añadida es que se trata de un producto que preserva el medio ambiente desplazando al plástico. Recordemos que durante los últimos meses diversas iniciativas han intentado reducir el consumo de bolsas de plástico, este material se convierte en basura camino al vertedero y a la incineradora, la contaminación que genera es alarmante y afecta directamente al medio ambiente.
Los investigadores tienen previsto realizar nuevos experimentos con diferentes tipos de pescado, el siguiente paso será experimentar con rape. Con este descubrimiento se han logrado conjugar diversos aspectos positivos, por un lado la posibilidad de que las queserías puedan deshacerse del residuo generado en sus labores, una drástica reducción de la contaminación medioambiental y un importante añadido nutricional a los alimentos.
Por desgracia, todavía no sabemos si la integración de las proteínas de los envases comestibles en los alimentos provocará algún tipo de alteración, la verdad no nos gustaría que todos los pescados tuvieran sabor a queso, esperaremos nuevas conclusiones.
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