Reino Unido advierte que la Unión Europea realiza una excesiva regulación del uso de pesticidas en los cultivos alimentarios, algo que provoca la pérdida de protección para los alimentos que se producen y la pérdida de competitividad frente a otros países cuya regulación no es tan estricta.
La Confederación de Industrias Agrícolas, la Asociación de Protección de Cultivos y la Unión Nacional de Agricultores, todas organizaciones del Reino Unido, han puesto en marcha una campaña contra lo que consideran una amenaza para la agricultura británica y la seguridad alimentaria. Según estas organizaciones, si tenemos en cuenta que en un futuro a corto plazo se va a tener problemas para garantizar la seguridad alimentaria y abastecer a la población mundial, no tiene sentido que cada vez se limite más el uso de los productos fitosanitarios, herramientas que consideran vitales para poder producir alimentos y luchar contra plagas y enfermedades.
Estas organizaciones explican que desde el año 2001 la mitad de los productos que utilizaban en la agricultura se han prohibido, consideran que en algunos casos de pesticidas prohibidos, no existían suficientes evidencias de peligro para la salud o el medio ambiente. Declaran que se han eliminado productos con demasiada alegría, se han vetado recursos necesarios para poder producir alimentos. A todo esto añaden que existe poca disponibilidad de nuevos productos fitosanitarios, actualmente en trámite para su aprobación en la Unión Europea. Por todo ello, estas organizaciones van a trabajar con organismos de investigación y con operadores de la cadena alimentaria de Reino Unido y de otros países comunitarios, en la recopilación de pruebas que demuestran que esta limitación de productos tiene un importante impacto en la producción de alimentos.
Por el contrario, organismos como el PAN (Pesticide Action Network), organización que trabaja para sustituir los pesticidas con productos químicos considerados peligrosos por alternativas más sostenibles y coherentes con la agricultura, sostienen que lo que dicen las mencionadas organizaciones es una estrategia para provocar alarmismo, la estrategia se basa en evitar que se prohíban determinados productos fitosanitarios con la excusa de que no se podrá producir alimentos y el día de mañana no se podrá alimentar a la población.
La Unión Nacional de Agricultores sostiene que está en riesgo la productividad agraria por una regulación excesiva de pesticidas en la UE, la campaña que han iniciado parece que está orientada a evitar que se sigan prohibiendo más pesticidas, herbicidas, etc., ya que de lo contrario no se va a poder incrementar la producción alimentaria.
Al respecto sería interesante recordar lo que explicaba el analista ambiental Lester Brown, advertía que la capacidad para producir alimentos está estancada, no se puede incrementar la producción de grano por hectárea de forma indefinida, la prueba es que en muchos países el rendimiento de los cultivos apenas se ha incrementado y no ha sido precisamente por la prohibición o excesiva regulación en el uso de productos fitosanitarios. El analista explicaba que tras 30 años de continuo incremento en la producción alimentaria agrícola, los gobiernos no entienden la complejidad del problema y va a ser mucho más complicado de lo que se imaginan poder aumentar la producción de alimentos para garantizar la seguridad alimentaria en las próximas décadas.
Las organizaciones agrícolas de Reino Unido advierten que tienen que poder utilizar las mismas herramientas que otros países para poder ser competitivos y no perder mercado, es decir, si un país en vías de desarrollo o con una regulación mucho más flexible en tema de productos fitosanitarios utiliza un pesticida peligroso, ¿el Reino Unido o cualquier otro país comunitario debería hacer lo propio? Que otros lo hagan mal no implica que se deba seguir el mismo juego. Por otro lado, la UE no se toma a la ligera las prohibiciones, éstas se aplican según los resultados de los estudios realizados por las agencias correspondientes y siempre después de que se han realizado estudios que apuntan sobre la toxicidad.
Aquí nos explican que algunos herbicidas como el trifluralin, producto muy utilizado en países como Estados Unidos, fue prohibido en la Unión Europea en el año 2008 por su alta toxicidad en la vida acuática y especialmente en los peces. Las organizaciones agrarias argumentan que se utiliza sin problemas en Estados Unidos y que los estudios realizados por la Agencia de Protección Medioambiental, determinan que la exposición a 0,0075 miligramos por kilogramo de trifluralin al día, o menos durante toda una vida, no daría lugar a problemas de salud, pero olvidan que afecta al medio ambiente y especialmente a la vida acuática. Por otro lado, esta agencia determinó que este herbicida podía provocar cáncer en los seres humanos, parece una contradicción.
Qué pretenden las organizaciones agrarias del Reino Unido, ¿ganar productividad agrícola a costa de la salud humana y medioambiental? El caso es que quieren que la UE adopte el mismo patrón que otras agencias a la hora de prohibir o aprobar un determinado producto fitosanitario, sólo de este modo se considera que podrán seguir siendo competitivos. El PAN argumenta que el camino es aumentar la inversión para buscar nuevas alternativas a los plaguicidas, y no buscar regulaciones que permitan el uso de productos peligrosos para el medio ambiente y los seres humanos.
A través de NFU (Unión Nacional de Agricultores) podréis conocer más detalles sobre la campaña que están llevando a cabo para intentar flexibilizar la regulación de productos fitosanitarios en la Unión Europea.
Foto | an W Scott
Foto 2 | Don Graham