Desde hace algunos años, la FDA (Food and Drug Administration) ha estado revisando los estudios relacionados con el salmón modificado genéticamente desarrollado por AquaBounty Technologies, concretamente desde el año 1996, cuando se realizó la primera solicitud de aprobación a la FDA. En el mes de mayo se anunciaba que se emitiría un veredicto en breve, aunque parece que el tema se ha alargado más de lo esperado, ahora se anuncia que en los próximos días se podría aprobar el salmón transgénico, lo que supondría la aprobación del primer animal transgénico para el consumo humano. Como sabemos, esta decisión sentaría precedente para la aprobación de otros alimentos obtenidos de animales modificados genéticamente, algo contra lo que han estado luchando investigadores y activistas durante años.
Parece que quienes están en contra del salmón transgénico de AquaBounty Technologies dan por sentado que serán derrotados en su intento de bloquear su aprobación, por ello se inició hace unos meses una táctica diferente que pudiera evitar la comercialización de este salmón. Se puso en marcha una campaña a nivel nacional con ese propósito, la finalidad es evitar la confusión en el mercado, y garantizar el derecho que tienen los consumidores a estar informados sobre lo que adquieren.
La campaña se denomina GE-Free Seafood, y a ella se adhieren minoristas, pescaderías, centros de distribución, restaurantes, etc., es un compromiso de no comercializar este salmón y ofrecer productos marinos producidos de forma sostenible, rechazando cualquier otro alimento marino que se haya modificado genéticamente. A esta campaña se suman cada día muchos comercios, garantizarán que los consumidores podrán comprar salmón tradicional y que no van a comercializar de ningún modo el salmón de AquaBounty.
Parece ser que los activistas están incrementando esfuerzos y presionando para que a esta campaña se sumen nuevas cadenas, es el caso de Kroger, la segunda mayor cadena minorista del país y la cuarta de todo el mundo, los activistas piden que se sume al compromiso y no comercialice el salmón transgénico. Con esta campaña se intenta por todos los medios que no exista un mercado disponible para los alimentos marinos modificados genéticamente, se podría hablar de estrangulamiento económico, si nadie compra el salmón, la aprobación de la FDA de poco servirá.
Hace unos meses, las grandes cadenas de distribución no querían saber nada de esta campaña y ninguna de ellas se ha adscrito. En este segmento parece que la situación sigue igual, aunque se logre reducir el número de comercios que vendan el salmón, mientras exista un mercado disponible, su comercialización será inevitable. Como hemos dicho, quizá se pongan muchas trabas al negocio de este tipo de salmón, pero su aprobación será todo un precedente a nuevos alimentos marinos transgénicos, dado que actualmente se está trabajando en el desarrollo de unas 35 especies de peces que se están modificando genéticamente para que integren una serie de características de interés a nivel productivo y de mercado.
Todas las reclamaciones que se han realizado a la FDA sobre posibles riesgos para la salud, riesgos relacionados con las cuestiones medioambientales, la falta de un etiquetado claro y transparente que permita a los consumidores poder ejercer su derecho a saber sobre los alimentos y adquirir según sus convicciones, han sido rechazadas. La FDA tiene listas sus conclusiones, es un alimento tan seguro como el convencional y no plantea ningún riesgo medioambiental.
Recordemos que el salmón contiene un gen que evita que se frene su crecimiento con el cambio de temperatura del agua cuando se inicia el invierno, se podría decir que el gen regulador del crecimiento de la especie se suprime, sustituyéndolo por el gen de otra especie similar que habita en aguas más frías y que permite el crecimiento a pesar del cambio de temperatura. Gracias a este crecimiento continuo el salmón puede llegar a ser hasta cuatro veces más grande que el tradicional, habiendo sido alimentado con la misma cantidad de comida. Claro, que a diferencia de otros alimentos transgénicos en los que se utiliza material genético de especies (virus y bacterias) que nada tienen que ver con ellos, la modificación genética del salmón se ha realizado con una especie similar, por lo que se argumenta que este tipo de modificaciones son más respetuosas y viables.
El caso es que la aprobación del salmón transgénico es inminente y darse a conocer es cuestión de días, dada la situación, a los opositores no les queda más que un recurso de peso, evitar que los comercios ofrezcan este salmón. Por ello se invitó a que todo aquel que estuviera en contra del salmón de AquaBounty, utilizara todos los medios de comunicación a su alcance, redes sociales, correos electrónicos, teléfono, etc., creando un tsunami de mensajes que presionaran a Kroger para que se comprometiera a decir no a la comercialización del producto, de esta noticia podéis conocer más detalles a través de Friends of The Earth.
Son muchas las asociaciones y activistas que están involucrados en esta iniciativa, trabajan con la convicción de que las empresas van a hacer lo que hagan otras, sean minoristas, mayoristas, restaurantes, etc. Según leemos aquí, esta acción enfurece a la empresa AquaBounty Technologies, aseguran que se está generando un alarmismo infundado y que este salmón podría contribuir a reducir la sobrepesca del salmón salvaje, reducir el gasto de recursos y contribuir a reforzar la oferta mundial de alimentos. Pronto tendremos más noticias sobre el dictamen de la FDA y los resultados de esta peculiar campaña para vetar la venta del denominado Frankenfish.