Normalmente, desde niños nos encantan los alimentos empanados o rebozados, y después fritos, esta técnica es una de las que favorecen la inclusión de nuevos alimentos, sobre todo verduras y pescados, con la carne no suele haber tanto problema, pero que jugosa y crujiente resulta un simple filete empanado… Además, se puede hacer de varias formas, en su momento ya os hablamos del empanado a la inglesa, hoy queremos tratar una variante que es empanar a la milanesa.
Este tipo de empanado sólo cuenta con un par de diferencias del mencionado empanado a la inglesa, recordemos que éste no se denomina así porque sea una técnica de la cocina inglesa, sino porque el ingrediente que se reboza en la denominada salsa inglesa para fritura.
Se prepara batiendo el huevo con un poco de aceite, a veces se añade un poco de agua, leche o cerveza, también de forma opcional se pueden añadir hierbas aromáticas o especias. El alimento a empanar se pasa por este huevo batido, a continuación por harina y finalmente por pan fresco rallado.
Esto es empanar a la inglesa, y la diferencia que os comentamos que tiene con el empanado a la milanesa es que el ingrediente primero se pasa por harina, después por el huevo y finalmente por el pan rallado, además éste se mezcla con queso parmesano rallado. La proporción recomendada de queso parmesano y pan rallado es de un tercio de queso sobre el volumen del pan.
Según la tradición, la fritura de los empanados a la milanesa se realiza en mantequilla, pero eso seguramente ya no entra en la práctica de la cocina española, donde una buena fritura requiere del uso de aceite de oliva (sabemos que en muchas cocinas se fríe con aceite de girasol, pero nosotros no lo hacemos a no ser que se trate de alguna receta de cocina oriental).
El término ‘milanesa‘ se utiliza también para otras preparaciones culinarias en las que tiene protagonismo el queso o un corte de carne, pero esto lo veremos en otra ocasión.
Foto | Alanagkelly