En el documental sobre la Elaboración artesanal del gofio (I), podíamos conocer el sistema artesanal que se empleaba para escoger, tostar y moler los cereales que darían lugar al Gofio, un alimento milenario característico de las Islas Canarias. En la Elaboración artesanal del gofio (II) hablamos de la importancia de los molinos de viento, introducidos en las islas a finales del siglo XVIII, representaron un gran avance industrial y económico.
Sin embargo, los sistema de molienda más antiguos y tradicionales no se abandonaron, se siguieron utilizando otras herramientas de molienda de los cereales, como los molinos de mano, construidos con piedras basálticas porosas o la tahona, molino que se accionaba mediante la tracción animal.
En la elaboración del gofio era muy importante la molienda con el molino de viento, y se utilizaban diversos sistemas para obtener la mejor molienda. Aunque en el documental no se muestra, podemos saber que el mecanismo de molturación de la tahona se impulsaba por la fuerza humana o por la fuerza animal. Al parecer, para elaborar un buen gofio es necesario un zurrón, se trata de un contenedor elaborado con piel de cabrito en el que se amasa el gofio.
En la red hemos encontrado un artículo que nos explica detalladamente la fabricación del zurrón y aspectos sobre el zurronero, un oficio tradicional de las Islas Canarias de estrecha vinculación al pastoreo.
Para preparar un buen gofio, se introduce en el zurrón agua y harina de gofio en sus proporciones adecuadas y se procede a masajear el zurrón a fin de que los ingredientes de su interior queden bien ligados y se alcance el punto de suavidad deseado, y ya estará a punto para ser degustado.
El gofio es patrimonio cultural y gastronómico de las islas, un alimento que se ha internacionalizado y que actualmente comprende otras formas de degustación además de la que hemos visto en el documental, siendo esta la más básica.
El gofio se puede mezclar con miel, leche, frutos secos, se puede consumir como sustituto del pan, como acompañamiento de carnes, escaldado en caldo, etc. Seguramente más de un lector canario podría proporcionarnos distintas recetas para disfrutar del gofio.