Un grupo de investigadores londinenses ha dado a conocer un estudio en el que se muestran los grandes beneficios que el organismo obtiene si realizamos una ingesta diaria de medio litro de zumo de remolacha. Según la investigación, el zumo es especialmente eficaz para reducir la presión arterial, llegando a hacer efecto una hora después de haberlo ingerido. El efecto es progresivo y se llega a mantener durante 24 horas.
La clave de esta reducción se encuentra en un elemento denominado nitrato (elemento que se utiliza en la industria de los fertilizantes) contenido en la composición de la remolacha de mesa, también denominada betabel. Cierto es que la remolacha tiene una gran reputación y se le atribuyen distintos beneficios, como la eficacia contra determinados dolores o su acción para estimular el sistema inmunológico, pero hay algunos puntos que no están muy claros. Según los investigadores, el nitrato se convierte en nitrito al entrar en contacto con la saliva, este elemento cuando es ingerido se convierte nuevamente en nitrito u óxido nítrico como resultado de la acción ejercida por los ácidos que se encuentran en el estómago.
Los investigadores constataron que existía una clara relación entre la aparición del nitrito en el torrente sanguíneo con la reducción de la presión arterial. Hasta aquí podríamos indicar que se trata de un gran descubrimiento que permitiría regular de manera eficaz y natural la presión arterial elevada. También indican que el consumo de vegetales ricos en nitrato mejoraría nuestro sistema cardiovascular, tratando eficazmente la hipertensión.
Hay que decir que el nitrato es un componente natural de los alimentos que antes hemos indicado, básicamente es un tipo de sal que resulta ser un nutriente esencial para los vegetales, ya que es su principal fuente de nitrógeno, elemento que obtienen de la tierra. El problema que planteamos radicaría en los nitratos con los que se fertilizan los suelos y que también se incorporan a la composición de los vegetales.
El nitrato es una sustancia no tóxica que tras una transformación química se convierte en nitrito, este elemento puede reaccionar con otros elementos como las aminas residentes en nuestro estómago que se han obtenido de otros alimentos, carnes, pescados, lácteos, etc. El resultado es un nuevo agente químico denominado nitrosamina, un constatado cancerígeno, de hecho existe una regulación de la Unión Europea que limita el contenido de nitratos en algunas verduras.
Esto nos aboca a consumir remolachas obtenidas a partir de la agricultura ecológica para evitar que lo que pueda beneficiarnos por un lado, nos perjudique por otro. Todos los datos del estudio han sido publicados en la revista científica Hypertension.
Vía | BBC
Más información | Hypertension