Según una investigación realizada por expertos de la Universidad de California (Estados Unidos) y publicada en el Journal of Wine Economics, algunas bodegas no informan correctamente sobre el contenido del volumen alcohólico que contiene el vino, puede tener más o menos alcohol del que se especifica en la etiqueta dependiendo del volumen real. Con esta práctica, los expertos apuntan que se pone en riesgo la salud de quienes consumen vino y además se incrementa la posibilidad de superar la tasa alcohólica al volante.
Para llegar a esta conclusión, los expertos de la Universidad de California recopilaron muestras de casi 100.000 botellas de vino de todo el mundo que fueron recopiladas entre el año 2002 y el año 2009. Según los primeros análisis, se detectó que un 60% de las muestras contenían un 0’42% más de alcohol que el indicado en la etiqueta de la botella. Parece ser que algunos enólogos son conscientes de esta discrepancia informativa, al parecer alteran el porcentaje a fin de poder satisfacer las expectativas de los clientes. Según la investigación, los vinos tintos españoles y los vinos tintos chilenos son los que tienen un mayor margen de error en el porcentaje alcohólico indicado en las botellas. Los vinos blancos no se escapan de estas prácticas siendo los originarios de Chile y Estados Unidos los que más cometen este tipo de errores.
Quizá una diferencia de 0’4 puntos porcentuales no parezca significativa en relación al valor real de un 13’6% de volumen alcohólico, pero ese margen de error puede llevar a los consumidores a subestimar la cantidad de alcohol que han consumido. Según los expertos, se tiende a aumentar el contenido alcohólico reflejado en las etiquetas cuando el contenido real es bajo, y cuando es elevado se tiende a reducir, por esta razón se hace un llamamiento a los organismos reguladores para que se controle mejor esta información, ya que preocupa que los enólogos deliberadamente modifiquen la información engañando al consumidor con el único propósito de poder comercializar sus vinos.
Proporcionar información real es muy importante, ya que los consumidores tienen derecho a conocer exactamente lo que están bebiendo y pueden tomar decisiones informadas a la hora de elegir un vino. Algunas asociaciones y organismos que llevan a cabo campañas que promueven el consumo responsable consideran que las etiquetas de los vinos además deben ofrecer información sobre el contenido nutricional, las calorías que aportan, el contenido alcohólico exacto y también una advertencia de salud que se base en la evidencia de los riesgos de abusar del alcohol.
Los expertos comentan que los problemas relacionados con el volumen alcohólico de los vinos en todo el mundo guardan relación con el cambio climático, durante las últimas dos décadas se ha experimentado un aumento de la graduación alcohólica de dos puntos porcentuales. Recordemos que en el año 2008 los expertos que participaron en la ‘II Conferencia Internacional sobre Cambio Climático y Vino de Barcelona’ explicaban que los vinos tendrían una mayor graduación alcohólica a causa del incremento de la concentración de azúcar causado por la maduración acelerada, un aumento del pH que causaría que el vino se aclarase, desarrollando microorganismos perjudiciales para la maduración, una menor acidez y por tanto otorgando menor vida en botella.
El aumento de las temperaturas sumado a la falta de pluviosidad propicia que no exista una concordancia entre la maduración de la piel y la pulpa, originando vinos más duros. Ya entonces, el incremento de las temperaturas experimentado había provocado que se adelantasen las vendimias para que no se dieran todos estos problemas. Según explican aquí, la diferencia entre lo que refleja la etiqueta de un vino y su contenido real de alcohol es consecuencia de que en muchas zonas vinícolas se ha sufrido un aumento de la graduación alcohólica, pero dado que hay que satisfacer a un mercado que demanda vinos más intensos y aromáticos, aparecen esos “errores” a la hora de detallarlo.
La investigación se acompaña de varios gráficos en los que se reflejan las variaciones de la información sobre el volumen alcohólico, los vinos procedentes de Chile, Estados Unidos, Argentina y España son los que más subestiman el contenido alcohólico, y se apunta que en algunos casos la discrepancia ha superado el volumen alcohólico en más de 1 punto porcentual. Una de las conclusiones del estudio es que dependiendo de las regiones que experimentan los problemas que se sufren a consecuencia del calentamiento del planeta, estas variaciones son más notorias y habituales, a esto hay que añadir que esta práctica también gurda relación con los impuestos que se pagan por el contenido alcohólico.
Como información complementaria, merece la pena retomar la lectura de este post en el que se trata una investigación que muestra el impacto y relación entre producción de vino, cambio climático y conservación, y como se podría configurar el mapa de la producción de vino en el año 2050. También se explica que las zonas actualmente adecuadas para la producción de vino se perderían en las próximas décadas como consecuencia del cambio climático.
Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo (Pdf) publicado en la revista científica Journal of Wine Economics.
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