Desde hace bastante tiempo se habla de recuperar el sistema de retorno de envases que funcionaba hace unas décadas en nuestro país, recordemos que con este sistema los consumidores realizaban un depósito por los envases de bebidas y que se recuperaba cuando éstos eras retornados al establecimiento, o en su defecto, se intercambiaban por nuevas bebidas.
Hace unos días, el Departamento de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Generalitat y la Agencia Catalana de Residuos presentaron un estudio sobre este tema en el que se concluye que recuperar el hábito de la devolución de envases, podría evitar el desperdicio y abandono del 90% de los envases de bebidas. Se apunta que con el sistema de retorno de envases, se podría reciclar hasta el 95% de los envases de bebidas, lo que supondría un ahorro de casi 17 millones de euros para los municipios catalanes.
El hábito de “devolver el casco” podría acabar con el desperdicio del 90% de las botellas, latas y bricks de bebidas que se tiran y acaban contaminando el medio ambiente. Este sistema promueve, además, la transición a una economía circular, sistema que permite reducir la entrada de materias primas vírgenes, la producción de desechos y el incremento significativo del reciclaje. Según los responsables del estudio, el sistema actualmente funciona en 40 países y regiones del mundo con resultados muy positivos para la economía y para el medioambiente.
Merece la pena retomar la lectura de este post en el que hablábamos sobre el volumen del uso de las botellas de plástico y su reducido nivel de reciclaje. La mayoría de las botellas de plástico están fabricadas con tereftalato de polietileno (Pet), material muy utilizado en los envases de bebidas que cuenta con un elevado grado de reciclaje. Sin embargo, las empresas prefieren no reciclar, hasta el 91% de los envases no son reciclados y la razón es que este material una vez reciclado se convierte en Pet reciclado (RPet), material que se descarta para un nuevo uso por razones estéticas. Entonces, ¿de que sirve que las empresas promocionen que el tereftalato de polietileno tiene un elevado grado de reciclaje?
Además, hay que apuntar otros problemas, como la seguridad del proceso de reciclaje de los envases alimentarios PET, según la EFSA (Agencia Europea de Seguridad Alimentaria), si no se sobrepasa el 5% del material reciclado para la fabricación de un envase, no existe ningún problema para la salud de los consumidores. Teniendo en cuenta el enorme volumen actual del gasto de botellas de plástico en el mundo, calculado en un millón de botellas de plástico por minuto, un 5% del uso del material recuperado es totalmente insuficiente.
Según el estudio y centrándose en Cataluña, se podría evitar que 5’5 millones de latas y botellas acabasen diariamente en los vertederos o en cualquier otro lugar que no fuera una planta de reciclado. Se cita como ejemplo la iniciativa de Cadaqués (Gerona), que puso en marcha en el año 2013 una prueba piloto para el reciclado de envases mediante el sistema SDDR (Sistema de Depósito, Devolución y Retorno). Con esta prueba se pretendía demostrar la viabilidad de este sistema que, en opinión de algunos, se adapta perfectamente a determinados envases, pero no a todos, ya que como hemos comentado, de qué sirve reciclar el PET si la industria no quiere utilizar el RPet. A esto se suma el inconveniente de poder integrar en un envase sólo el 5% de material reciclado. Que se pueden recoger todo tipo de envases con este sistema es un hecho, ya que se implica al consumidor económicamente mediante el sistema SDDR, otra cuestión diferente es que la industria utilice lo recuperado.
La iniciativa en Cadaqués resultó un gran éxito, se recuperó hasta el 92% de los envases de bebidas durante el periodo de prueba, pero no se han dado cifras sobre la reutilización del material recuperado. El caso es que los datos que ha presentado el Departamento de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Generalitat y la Agencia Catalana de Residuos han sido bien recibidos por organizaciones ecologistas como Amigos de la Tierra, que consideran que el estudio demuestra que es posible incrementar de forma significativa el reciclaje de calidad, reduciendo el volumen de desperdicios y obteniendo ahorro económico para los municipios. Se espera que Cataluña se convierta próximamente en la 41 región del mundo en el que se haya implantado de forma generalizada el sistema SDDR.
Recuperar el hábito de ‘devolver el casco’ es beneficioso, pero encontramos limitado el estudio, ya que como hemos comentado, no se habla de los siguientes pasos. Por otro lado, merece la pena recordar que en el caso de la reutilización de botellas de PET (Tereftalato de polietileno) se puede producir un proceso de lixiviación, es decir, determinadas sustancias del envase se podrían disolver en el líquido que los contiene, algo que ya se apuntó en el estudio de la EFSA.
En definitiva, el proceso se ha de analizar y validar más allá de la recogida de envases en las ciudades, centrándose en mejorar los procesos de reciclaje que contribuyen a preservar el medio ambiente y los recursos naturales, así como en el hecho de garantizar que este material se reutiliza correctamente y para el mismo fin.