El síndrome postvacacional puede mejorar con la dieta entre otros buenos hábitos, pero lo principal es estar predispuestos. Esta recomendación la realizan distintos organismos, entre ellos, la Asociación para la Promoción del Consumo de Frutas y Hortalizas ‘5 al día’.
El síndrome postvacacional es la dificultad en la adaptación a la rutina que se presenta tras los días de ocio y descanso de los que hemos podido disfrutar. Hay casos de mayor y menor gravedad en los síntomas de este síndrome, por lo que lo primero que recomiendan los profesionales de la salud, es tener una actitud positiva para que el cambio de los hábitos tras las vacaciones sea menos drástico.
Pero quizá esto es lo más difícil, por eso nos proporcionan algunos consejos para mejorar nuestro estado de ánimo a través de la intervención de la actividad cerebral. Y es que el síndrome postvacacional puede mejorar con la dieta si en ella incluimos alimentos que contengan sustancias responsables de provocar sensación de bienestar.
Debemos partir de los alimentos que proporcionan triptófano, un aminoácido esencial que propicia la liberación de serotonina, de él os hablamos tras el estudio científico que concluía que Una dieta rica en triptófanos mejoraría nuestro nivel de decisión.
La serotonina está considerada como un antidepresivo natural, además de proporcionar otros beneficios como una mejora en la capacidad de concentración, de memoria, de descanso y de actitud.
El deseado chocolate, los frutos secos, las semillas de sésamo, los pescados, los huevos, la leche, los plátanos, los aguacates, las setas y las hortalizas de hojas entre otros alimentos, son una fuente rica en triptófanos, y como consecuencia, proporcionan a nuestro cerebro la serotonina que trabaja en el equilibrio y bienestar mental.
Este es un primer paso para que el síndrome postvacacional no nos llegue o podamos hacerle frente sin problemas. Y para no restarle beneficios al consumo de los alimentos mencionados, deberíamos reducir los excitantes, véase alcohol o bebidas estimulantes como el café entre otras.
No es que la raíz del problema sea la nutrición, pero ésta es esencial para que el organismo reciba las vitaminas, minerales, aminoácidos y proteínas necesarias para la formación de sustancias que colaboran en el estado de ánimo y en la sensación de bienestar, como la mencionada serotonina.
La conclusión es que para no sucumbir al síndrome postvacacional, a los virus gripales a los que nos enfrentaremos en breve, a unos niveles de colesterol elevados o a un deficiente estado nutricional entre otras afecciones que provoca una mala alimentación, es que todo el año debemos cuidar lo que comemos, o lo que es mejor, convertirlo en un hábito, comer de todo de forma equilibrada siguiendo las pautas de la Dieta Mediterránea, tendremos mucho ganado.