El Instituto de Estudios del Azúcar y la Remolacha (IEDAR) es una organización creada en 1986 cuyo cometido, según su carta de presentación, es impulsar la investigación científica, promover los hábitos y conductas alimentarias saludables, y poner en valor el azúcar como un ingrediente alimentario que tiene unas características singulares que le permiten ser utilizado en una gran variedad de productos y recetas. EL IEDAR considera que este es uno de los ‘alimentos’ básicos (permitidnos las comillas) que los consumidores deben conocer y por ello, la comunicación es una de las principales herramientas que tiene el instituto.
Esta organización trabaja en varias áreas, en la investigación, en la educación, en las relaciones institucionales y en la comunicación a adultos y a niños, un despliegue de medios para ensalzar los valores del azúcar en el marco de una ‘dieta saludable’. Hablando de niños, el IEDAR puso en marcha una iniciativa denominada “El saludable mundo de Tomás Sugar” con el propósito de fomentar los hábitos saludables y una alimentación equilibrada entre los niños de tercero y cuarto de Educación Primaria.
En este mundo de Tomás Sugar encontramos una pirámide nutricional en la que aparece el azúcar como un alimento que debe ser consumido ocasionalmente, hablando de golosinas, refrescos, productos de bollería, etc. Explican que el azúcar es un carbohidrato que aporta energía al organismo y al cerebro, además de proporcionar un sabor dulce a los alimentos. La explicación es correcta pero no estaría mal, si realmente se quiere mostrar preocupación, que se hablara a los niños del azúcar añadido de los alimentos (hay que recordar que hasta el 56% de los productos alimentarios de un supermercado contienen azúcares añadidos, algunos en cantidades ingentes que llegan a sorprender) y de cómo, posiblemente por esto, están abusando de él sin ser conscientes, así como de los problemas de salud que acarrea. Es más, la información también debería estar dirigida a los padres, ya que son los que se encargan de comprar y preparar las comidas. Pero claro, esta institución representa al sector remolachero azucarero español, por lo que tienen que defender sus intereses.
En esta web se enseña a los niños cómo se produce el azúcar, cuáles son las principales zonas de producción de azúcar en España, consejos nutricionales sobre la cantidad de comidas que se deben realizar al día y lo importante que es la higiene bucal. Aparece un diario del que destacamos este texto: “Yo, Tomás Sugar, estoy compuesto de sacarosa, que es lo mismo que decir azúcar. A veces me añaden a los alimentos y a las bebidas, y otras veces estoy ya en su interior.” Nosotros cambiaríamos el “a veces” por un «con frecuencia», ya que posiblemente el instituto sepa perfectamente que añadir azúcar a los alimentos es una práctica muy habitual en la industria alimentaria, práctica que provoca que los consumidores abusen sin saberlo de este elemento que no aporta ningún nutriente, lo que sí hace es incrementar el riesgo de padecer todo tipo de problemas de salud.
Hay mucho desconocimiento sobre la cantidad de azúcar que cada persona consume a diario, lamentablemente se tiende a pensar que se toma sólo en determinados productos como el chocolate, la bollería, algunas bebidas, etc. Muchas personas no saben que algunas salsas de tomate preparadas contienen una gran cantidad de azúcares añadidos, lo mismo ocurre con muchos alimentos preparados, incluso con los que parecen saludables, como por ejemplo las conservas de verduras o los productos ecológicos enlatados.
Este diario (Pdf) pretende mostrar una cara amable del azúcar (si es que la tiene), de sus propiedades conservantes, de su capacidad para dar textura a los alimentos, de cómo gracias al azúcar hay menos aditivos o ingredientes desconocidos en los alimentos (esto es algo que se podría cuestionar). Se echan de menos consejos como el de comprobar que los alimentos no contienen azúcares añadidos, de los riesgos que supone abusar del azúcar, informar de las razones por las que los fabricantes añaden azúcares a productos que no lo necesitan… los niños y los adultos deben tener acceso a toda la información para poder valorar y tomar decisiones informadas.
Merece la pena conocer la postura del IEDAR sobre las recomendaciones de la OMS (Organización Mundial de la Salud) para el consumo de azúcar, este instituto explica que la recomendación inicial de no superar una ingesta diaria del 10% de calorías en azúcar, se basa en la evidencia científica “moderada” basada en estudios observacionales sobre la caries, y no relacionados con la obesidad. Por otro lado, no parecen estar de acuerdo con la recomendación posterior de no superar el 5% del total de calorías diarias para ver mejorías y beneficios en la salud.
En relación a la obesidad, se considera que los cambios en el peso corporal están relacionados con las calorías ingeridas totales y no con el azúcar consumido por sí mismo, claro, pero es que las calorías que contiene el pescado van acompañadas de nutrientes muy beneficiosos para la salud, mientras que las calorías del azúcar están vacías. Explican que la OMS recomienda que “las calorías ingeridas deberían equilibrar la energía gastada”, pero no se trata simplemente de balance energético, no es saludable pensar sólo en las calorías e ingerirlas con productos que no proporcionan los nutrientes que necesita el organismo para funcionar bien.
Y por si hace falta recordarlo, la recomendación de la OMS no hace referencia únicamente al azúcar que consumimos y que vemos porque lo añadimos al yogur, al café, a la macedonia… también a todos los monosacáridos (como glucosa y fructosa) y disacáridos (como sacarosa o azúcar de mesa) que se consumen porque lamentablemente los añaden los fabricantes a sus productos. Encontramos azúcar en casi todo, por eso es muy importante seguir una regla, leer las etiquetas, algo que muchos consumidores siguen sin hacer. Si sumamos el azúcar que se ve y el que se encuentra oculto, se consume una cantidad indecente de azúcar al día en todas sus formas, de esto también hay que hablar a los niños, para que sepan que el azúcar es de todo menos dulce.
‘El saludable mundo de Tomás Sugar’ nos ha decepcionado mucho por su formato, por la falta de información y por su intención, claro, que no podíamos esperar que se hablara de aspectos negativos, sabiendo que este instituto es un espacio dedicado a la información general del azúcar ofrecido por el sector remolachero y azucarero. Si queréis, podéis utilizar el control parental de vuestros tablets, moviles u ordenadores para que vuestros hijos no conozcan a Tomás Sugar.