En el año 2015 la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación de Estados Unidos) aprobó el salmón transgénico de AquaBounty Technologies, convirtiéndose en el primer alimento animal modificado genéticamente aprobado en el país. El salmón no podría ser producido en Estados Unidos, se produciría en las piscifactorías situadas en Canadá y Panamá y se exportaría al país. En 2017, AquaBounty Technologies adquirió una piscifactoría en el condado de Delaware (Estado de Indiana), con el propósito de producir más de un millón de kilos de salmón transgénico, algo que no tenía sentido sabiendo que la FDA había prohibido su producción en el país.
Este movimiento de la empresa hacía sospechar, ya que la FDA no confirmaba ni desmentía si existía una solicitud para producir el salmón en Estados Unidos. Ahora ya hemos salido de dudas, ya que la FDA levanta el veto, por lo que el salmón transgénico se producirá en Estados Unidos. Scott Gottlieb comisionado de la FDA, comenta que tras los análisis oportunos realizados sobre las evidencias científicas existentes, el salmón modificado genéticamente cumple todos los requisitos legales de seguridad, por lo que no hay impedimento para su producción en suelo estadounidense.
La FDA explica que la agencia se compromete a ayudar a quienes desarrollan nuevos alimentos, como el salmón, a llevar al mercado estas innovaciones biotecnológicas, al mismo tiempo que se brinda a los consumidores la confianza de que los alimentos disponibles para la compra en Estados Unidos, tienen los más altos estándares de seguridad alimentaria. Parece que ya hace tiempo que AquaBounty Technologies sabía que la FDA aprobaría la producción del salmón AquAdvantage en suelo estadunidense, la prueba es la compra de la piscifactoría a pesar de que no se contaba con el permiso oportuno.
El caso es que, a partir de ahora, los huevos del salmón modificado genéticamente se podrán importar desde Canadá o Panamá a la piscifactoría que la compañía tiene en Indiana, para su desarrollo, crecimiento y posterior procesamiento y comercialización. Para AquaBounty Technologies es una buena noticia, argumenta que de este modo se reduce significativamente la dependencia estadounidense de las importaciones de salmón, por ello, anuncia que iniciará de inmediato la importación de huevos desde Canadá.
Como cabría esperar, los grupos ambientalistas han puesto el grito en el cielo y denuncian la aprobación, volviendo a recordar las amenazas ecológicas existentes para los salmones salvajes. Recordemos que el salmón contiene un gen que evita que se frene su crecimiento con el cambio de temperatura del agua cuando empieza el invierno, se podría decir que el gen regulador del crecimiento de la especie se suprime, sustituyéndolo por el gen de otra especie similar que habita en aguas más frías y que permite el crecimiento a pesar del cambio de temperatura. Gracias a ello, el salmón puede llegar a ser hasta cuatro veces más grande que el salmón salvaje, consumiendo la misma cantidad de comida.
Uno de los riesgos que señalan estos grupos ambientalistas, es que si un salmón AquAdvantage lograse alcanzar el mar abierto, se podría reproducir con más facilidad, ya que el tamaño es uno de los aspectos condicionantes en la vida salvaje. Se supone que a mayor tamaño, mayor resistencia y fortaleza, e igualmente mayor capacidad para encontrar comida o escapar de los depredadores, pero estas características no serían reales en los salmones transgénicos ni en las siguientes generaciones, apenas podrían sobrevivir dado que en su genética no estarían presentes los condicionantes favorables de la selección genética natural. Pero resulta que este riesgo existe desde que se empezó la producción en Canadá y Panamá, por lo que no cambia mucho que se inicie la producción en suelo estadounidense.
Por cierto, según la nueva reglamentación sobre el etiquetado transgénico del país, no es necesario que el salmón se etiquete como ‘modificado genéticamente’, la empresa podrá utilizar códigos QR o un contacto telefónico para que los consumidores puedan solicitar más información sobre el producto. La FDA explica que recibió la solicitud de AquaBounty Technologies para la producción en suelo estadounidense (algo que, como ya hemos comentado en su momento, no quiso admitir), a partir de ese momento la agencia ha estado analizando las diferentes medidas de contención propuestas por la compañía en su solicitud, confirmando que son seguras y que la producción no causaría un impacto significativo en el país.
En definitiva, el salmón transgénico se producirá en Estados Unidos con el beneplácito de la administración Trump, recordemos que Scott Gottlieb fue propuesto como responsable de la FDA y el trabajo desempeñado ha sido para muchos pésimo, ha sido responsable de retrasar la introducción de la etiqueta nutricional con información sobre los azúcares añadidos hasta el año 2021, propuesta que debería haberse puesto en marcha el año pasado, también es responsable de paralizar, retrasar y cambiar otras medidas que velan por los intereses de los consumidores, pero van en contra de las empresas.
En los próximos días conoceremos nuevas reacciones sobre la decisión de la FDA respecto al salmón transgénico, podéis conocer todos los detalles del anuncio a través de este artículo en la página de la FDA, y a través de la página de AquaBounty.
Foto 1 | Marion Deveaud