Según los resultados de un estudio desarrollado por investigadores del Centro Común de Investigación (JRC), responsable de proporcionar asesoramiento científico a la Comisión Europea y a los países miembros de la UE, el riesgo de sobrepesca en el Mediterráneo podría alcanzar un punto de no retorno, siendo imposible la recuperación del ecosistema y los recursos marinos.
Según el análisis realizado, el 93% de las poblaciones de peces están sobreexplotadas, algunas se encuentran en el punto de agotamiento. Los investigadores comentan que entre 10.000 y 12.000 especies marinas habitan el Mar Mediterráneo, una biodiversidad que está en grave peligro por tres amenazas, la sobrepesca, la contaminación y el cambio climático. Los expertos explican que en los últimos 50 años se ha perdido el 34% de la población total de peces, y un 41% del total de mamíferos marinos, las pérdidas se han intensificado especialmente en los últimos años.
Se espera que el cambio climático y la presión pesquera se intensifiquen, lo que provocará superar el punto de no retorno, por ello, se aconseja no retrasar las acciones oportunas para preservar las especies marinas, ya que de lo contrario podría causar un daño irreversible, así como un colapso de las poblaciones de peces que son clave para el sector pesquero. Las mayores reducciones de poblaciones marinas se han detectado en el Mar Mediterráneo Occidental y el Mar Adriático, localizado entre la península itálica y la península balcánica. En estos dos enclaves se ha determinado la mayor reducción calculada en un 50%, en cambio, en zonas como la del Mar Jónico, brazo del Mar Mediterráneo que se localiza al sur del Mar Adriático, la reducción se estipuló en un 8%.
Los investigadores han estado realizando un seguimiento de la situación en los últimos años y señalan la preocupante disminución de la población de peces, considerando que la principal fuerza impulsora que se encuentra detrás de estos cambios es la variación de la producción primaria del Mediterráneo. Se conoce como producción primaria a la producción de materia orgánica de los organismos autótrofos mediante la fotosíntesis o la quimiosíntesis, en este caso se refiere a la actividad de las plantas que utilizan la luz solar para sintetizar los nutrientes de dióxido de carbono y agua que crean la biomasa de fitoplancton. Esto es una cadena, la baja productividad de la producción primaria afecta a todos los eslabones.
Los resultados del estudio muestran que los cambios en la presión de la pesca no son suficientes para mejorar la situación, ya que se pone de manifiesto la importancia que tiene la producción primaria y la necesidad de trabajar desde abajo hacia arriba para el control de las características biológicas del Mar Mediterráneo. Las especies invasoras, el cambio climático, la contaminación y basura marina, y la sobrepesca, forman un cóctel que hace que el Mediterráneo sea muy vulnerable.
Durante años se ha advertido de las consecuencias de la sobrepesca, el volumen de captura no permite que las especies tengan tiempo para reproducirse y mantener niveles saludables de las poblaciones, por lo que hay que trabajar para reducir ese 93% de stock de peces que se encuentran en la actualidad sobreexplotados. Los expertos comentan que los datos presentados son válidos a pesar de que faltan datos de muchas poblaciones de peces, del número significativo de capturas que aún no se han registrado y de la deficiente información de las capturas realizadas anteriormente.
Merece la pena recordar el informe presentado recientemente por Oceana, en el que se ponía al descubierto que en el caso de España, ocho de cada diez consumidores no saben que la mayoría de especies pesqueras están sufriendo sobreexplotación. En este informe se apuntaba que la sobrepesca en el Mediterráneo se cifra en un 96%, siendo precisamente en la zona donde una buena parte de la flota pesquera española faena. En este sentido, la organización considera importante la implicación de los consumidores para salvaguardar los recursos pesqueros no adquiriendo esas especies que están sobreexplotadas.
El año pasado la Comisión Europea puso en marcha el programa MedFish4Ever con la finalidad de reconstruir el sector pesquero y atajar la crisis del Mar Mediterráneo. Se trata de un plan de acción de todos los países miembros costeros para la cooperación y el desarrollo de la pesca sostenible durante los próximos 10 años. Ya veremos si este programa sirve de algo, decimos esto porque en muchas ocasiones prevalecen los intereses económicos, a priori. Que se llegue a un acuerdo y se le dé bombo no significa que se cumpla, eso se verá con el tiempo. Por otro lado, aun solventando el tema de la sobrepesca, quedan otros factores que afectan de forma significativa a la población de peces, en este caso no se habla de ningún plan.
Podéis conocer más detalles del estudio a través de este artículo publicado en la página web del Centro Común de Investigación, y en este otro publicado en la revista científica Nature.
Foto 1 | Bernard Spragg