Según un estudio desarrollado por ProVeg, la Universidad de Copenhague, Innova Market Insights y la Universidad de Gante, el precio es decisivo a la hora de elegir alimentos vegetales alternativos a la carne. Los investigadores comentan que a pesar de los avances que se han realizado con los productos alternativos para dotarles de características organolépticas muy similares a las de los alimentos de origen animal, sigue sin alcanzarse la equidad, siendo estos alimentos vegetales más caros que los de origen animal.
Según un estudio elaborado por Good Food Institute (GFI) en 2022, el precio era el segundo factor de importancia en la decisión de compra de los consumidores, pero concretaba que la “carne” vegetal se estaba acercando poco a poco a la paridad de precios con la carne animal, lo que facilitaría que un mayor número de consumidores decidirían probar los productos alternativos a la carne.
Sin embargo, ya no es sólo el precio lo que puede ser determinante a la hora de adquirir dichos productos veganos, recordemos que hace unos días conocíamos un estudio realizado por Foodwatch en el que se concluía que estos alimentos no son necesariamente ni saludables ni honestos. Muchos de estos productos reciben una mala calificación según el etiquetado NutriScore por exceso de sal, por contener un gran número de aditivos y, además, algunos se comercializan con técnicas de marketing que son engañosas.
Merece la pena recordar que el año pasado conocimos un estudio de Mintel sobre el mercado de los alimentos vegetales concebidos como una alternativa a la carne, donde se apuntaba que se estaba produciendo una recesión en la categoría de la “carne” de origen vegetal, y se destacaban varios motivos, además del precio, la percepción negativa que se tiene de estos productos por ser ultraprocesados, o por la baja calidad nutricional que tienen.
Volviendo al estudio, los investigadores realizaron una encuesta sobre la actitud hacia la ‘carne’ de origen vegetal a más de 7.500 personas adultas de 10 países europeos. De las respuestas se ha obtenido que un 51% de los encuestados ha reducido el consumo de carne en general, pero aún persisten barreras para la aceptación plena de la denominada carne vegetal, sobre todo en lo que respecta al sabor y al precio. Un 38% de los encuestados señalaron el precio como un factor determinante para no adquirir este tipo de productos, lo que para los expertos demuestra la importancia de alcanzar la paridad de precios.
Los investigadores comentan que es necesario entender por qué los precios son más elevados, explican que el precio más bajo de la carne se debe a varios factores, como los subsidios que recibe la industria cárnica, las prácticas industriales, las cadenas de suministro establecidas, etc. Por el contrario, la ‘carne vegetal’ no cuenta con ayudas y tiene una alineación más directa entre los costes y los precios al consumidor, pero su producción también es industrial, ¿no?. Por ello, para cambiar ese desequilibrio se plantea que se otorguen subsidios a los alimentos alternativos a la carne, ya que facilitaría la reducción de costes y en consecuencia, la reducción de precio de venta a los consumidores.
A pesar de los desafíos, esta industria es optimista, ya que la expansión de la adopción de las dietas vegetales y el respaldo de algunas cadenas minoristas, allanan el camino. Por otro lado, también es determinante que haya inversiones en el sector, la innovación y la eficiencia operativa, como un modo de poder alcanzar una competencia de precios más equitativa en el mercado. Según leemos aquí, se espera que en los próximos años se haga realidad una reducción significativa de los costes de producción y los precios de venta al público gracias a los avances tecnológicos y al aumento del volumen de la producción.
En definitiva y como decíamos antes, no es sólo el precio, esta industria tiene mucho que mejorar, al principio fue un boom pero a medida que se han ido conociendo datos sobre estos alimentos, la percepción ha ido cambiando, ahora la industria debe esforzarse para alcanzar la paridad de precios, la paridad en valores nutricionales, obtener formulaciones con menos ingredientes procesados y aditivos… tienen que ponerse las pilas.
Foto 1 | Hamburguesa Beyond Burger (vegana) con berenjena ahumada
2 comentarios
Oye, qué obsesión tienes con demonizar los productos plant based… Los hay de todo, con buena calidad, y con mala calidad, como los de carne.
El precio sí es lo determinante, que se creen que por poner «vegano» en el envase, somos tontos y estamos dispuestos a pagar siempre el triple que su homólogo no vegano.
Hola Velcro,
Te recomiendo leer el artículo, comentar solo leyendo titulares provocará que cometas muchos errores. No hay obsesión y mucho menos se demoniza, si hubieras leído, verías que se trata de un estudio y podrás comprobar que uno de los autores es una organización que promueve un cambio hacia una alimentación exclusivamente vegetal y respalda este tipo de productos.
Otro error. “Los hay de todo, con buena y mala calidad”, si has seguido los enlaces de otros estudios, comprobarás que la mayoría pecan por falta de proteínas, vitaminas, abusan de la sal, etc.
Sobre etiquetar como vegano… en el caso de los alimentos vegetales que imitan la carne (porque no hablamos de otros), entre otras cosas son sometidos a muchos procesos, y esa es una de las razones por las que no se logra alcanzar la paridad de precio, es algo dicho por los propios fabricantes.
Saludos