Hoy se ha aprobado en el Parlamento Europeo una propuesta que permitirá que la EFSA (Agencia de Seguridad Alimentaria de la Unión Europea) sea más transparente en materia de seguridad alimentaria. Para ello deberá publicar los estudios de seguridad alimentaria de un producto antes de que este sea autorizado para su comercialización en el mercado, de este modo se cree que los estudios que utilice la agencia para autorizar un producto serán más fiables, objetivos e independientes, ¿acaso no lo eran antes?
Lo cierto es que esta medida se debería haber tomado hace mucho tiempo y con todo tipo de evaluaciones que realiza la EFSA y sus organismos anexos. Parece ser que esta propuesta surgió a raíz de la Iniciativa Ciudadana Europea que pedía la prohibición del uso del glifosato en la UE, iniciativa de la que os hablábamos aquí. La plataforma que la puso en marcha, expresó sus preocupaciones acerca de la transparencia de los estudios científicos que se utilizan para evaluar los productos fitosanitarios, algo que han tenido en cuenta los diputados parlamentarios.
Se ha establecido un nuevo procedimiento que tiene la finalidad de acelerar los procesos de solicitud de las empresas alimentarias, la EFSA podrá asesorar a las empresas sobre cómo deben proporcionar la información que requiere para realizar las evaluaciones de seguridad, ¿eso implicará dotar de más recursos a la EFSA?. Da la impresión de que se quiere armonizar este tipo de procedimientos con el reglamento europeo sobre nuevos alimentos que entró en vigor el pasado 1 de enero de 2018, recordemos que esta legislación agiliza los trámites para la aprobación de los considerados nuevos alimentos que surgen de la innovación y los avances tecnológicos que experimenta el sector alimentario.
En todo caso, es algo que beneficia a las empresas y a los consumidores en general, ya que publicar los estudios realizados para que cualquier investigador pueda consultarlos y analizarlos, obligará a las empresas y a la propia agencia a presentar estudios con un grado de transparencia y objetividad superior. Otro punto establecido es crear un registro europeo común de estudios comisionados a fin de disuadir a las empresas que están solicitando una autorización para un determinado producto alimenticio, que puedan retener estudios cuyas conclusiones sean desfavorables a dicho producto. Si existe alguna duda sobre la evidencia proporcionada por las empresas, la EFSA podrá consultar a terceros (aunque no se especifica a quienes) para identificar la existencia de otros datos o estudios científicos que puedan ser relevantes a la hora de aprobar o rechazar una solicitud.
El Parlamento Europeo ha acordado también la creación de un conjunto de criterios para decidir qué información se puede mantener de forma confidencial, por ejemplo, la marca bajo la que se comercializará el producto, la descripción detallada de su elaboración, etc. Este conjunto de medidas ha sido aprobado por la mayoría de los diputados, sin embargo, quedan todavía algunos pasos para que se materialice, como la negociación que se debe llevar a cabo con el Consejo de Ministros de la UE para alcanzar un acuerdo en primera lectura para una propuesta legislativa, algo para lo que no hay límite de tiempo. A esto hay que añadir que en el caso de que la propuesta se rechace en un acuerdo de primera o segunda lectura, y no se pueda alcanzar un consenso entre el Parlamento Europeo y el Consejo de Ministros, la medida no se adoptaría y se daría por concluido el procedimiento, por lo que todo quedaría en agua de borrajas.
Merece la pena recordar que durante los últimos años se han ido produciendo pequeños cambios en favor de la transparencia, se puede citar como ejemplo que el año pasado la EFSA anunció un conjunto de reglas orientadas a reforzar y garantizar su política de independencia, evitando que los investigadores puedan trabajar en la agencia y tener conflictos de intereses, aunque curiosamente esto ocurría una semana después de que Corporate Europe Observatory denunciase que la EFSA tenía muchos investigadores con conflictos de intereses económicos.
Ahora es el Paramento Europeo el que quiere establecer reglas para una mayor transparencia para el trabajo de la EFSA, veremos si el Consejo de Ministros está de acuerdo con la propuesta, si se opone haría sospechar a investigadores y consumidores en general. A través de la página oficial del Parlamento Europeo podréis conocer más detalles de la noticia.