Jamie Oliver ha logrado forzar el debate sobre el impuesto de las bebidas azucaradas en el Parlamento del Reino Unido, esto ha sido posible gracias a la petición que lanzó hace unos días para recoger firmas pidiendo la introducción del mencionado impuesto a fin de proteger la salud de los niños. Esta petición se lanzó en colaboración con Sustain, organización que trabaja para promover políticas y prácticas alimentarias y agrícolas que puedan mejorar la salud y el bienestar de las personas y del medio ambiente, promover la equidad, enriquecer la sociedad y la cultura.
Para formalizar la petición y que esta fuera considerada en el Gobierno, eran necesarias 100.000 firmas, Jamie Oliver creó la petición y la fecha límite para recoger las firmas se había establecido en la página oficial de peticiones al Parlamento para el próximo 26 de febrero, pero como vemos, no ha sido necesario esperar tanto tiempo, en apenas unos días se ha logrado que 122.030 personas firmen la petición, por lo que será obligado debatirla en breve. En esta petición se solicita gravar con un impuesto de 7 peniques las latas de refrescos de 33 centilitros y con 20 peniques las bebidas azucaradas que se comercializan en formato de 1 litro.
Recordemos que en el mes de junio el chef decidió, en base al comercio libre, introducir en sus restaurantes del Reino Unido un “impuesto de los refrescos” con el que gravaba con 10 peniques los refrescos y bebidas endulzadas con azúcar. El objetivo de esta medida era enviar un mensaje al Gobierno de su país para que tomara medidas urgentes que puedieran frenar la obesidad infantil. El chef explicó que el dinero que recaudara se destinaría a financiar los proyectos para mejorar la educación alimentaria que lleva a cabo Sustain. La decisión del chef no tardó en recibir respuesta por parte de la industria de la alimentación y las bebidas del país, advirtiendo que este tipo de impuestos estaban abocados al fracaso citando algunos ejemplos, de todo ello hablábamos aquí.
En un comunicado difundido por Jamie Oliver y Sustain se explica que los refrescos con azúcares añadidos son la mayor fuente de azúcar en la dieta de niños y adolescentes del Reino Unido, además de causar sobrepeso y obesidad, también provocan un elevado índice de caries y diabetes tipo 2, problemas que provocan el gasto de unos 9.000 millones de libras al Servicio Nacional de Salud. La Federación de Alimentos y Bebidas (FDF) mantiene su postura, agradece, seguramente de forma irónica, que se lleve al Parlamento el debate sobre la introducción del impuesto, pero asegura que esta no es la medida más adecuada para luchar contra la obesidad infantil.
La FDF declara que este tipo de impuestos adicionales no son la respuesta y asegura que esta opinión la comparte el Departamento de Salud del país, prueba de ello es que durante años se ha hablado de este tipo de impuestos y este departamento ha descartado en todas las ocasiones su introducción (algo que hace sospechar). Ian Wright, Director general de la FDF, considera que ahora es el momento para un debate sobre la salud a nivel nacional que se base en la ciencia y en las evidencias hablando de los refrescos y bebidas azucaradas.
Pues si hay que basarse en hechos, evidencias y ciencias, merece la pena recordar que un refresco aporta unas 10 cucharaditas de azúcar al organismo, lo que supone superar el 100% de la ingesta diaria recomendada de azúcar. La OMS (Organización Mundial de la Salud) explica que si el consumo de azúcar no supera el 5% del total de calorías ingeridas al día, se van a apreciar beneficios en la salud. Un 5% equivale a unas 6 cucharaditas de café o a unos 25 gramos de azúcar, y son las recomendaciones para un adulto con un índice de masa corporal normal. El Director general de la FDF explica que la ciencia y las pruebas sólidas y convincentes deben ser el pilar del debate que se desarrolle en el Parlamento, apunta además que debe inspirar una acción colaborativa para hacer frente a la obesidad a largo plazo mostrando su deseo de participar en una acción en favor de la salud de la población (parece que da por sentado que no se introducirá el mencionado impuesto).
Volviendo a la petición para la introducción de un impuesto de los refrescos y bebidas azucaradas en el Reino Unido, con esta medida el chef cree que se podrán recaudar unos 1.000 millones de libras que se podrían destinar a la lucha contra el sobrepeso y la obesidad infantil. Jamie Oliver ha mostrado su agradecimiento a todas aquellas personas que han firmado la petición a través de un comunicado en Twitter que podéis ver a continuación.
No tardaremos mucho en conocer los argumentos de la industria para intentar que no se introduzca el impuesto. ¿Mantendrá el Departamento de Salud del país su postura de rechazo al gravamen? A través de este enlace podéis acceder a la petición realizada al Parlamento para la introducción del impuesto.
Fotos | Jamie Oliver