Alemania quiere ensalzar y proteger su cultura del pan, por ello, ha solicitado que el pan alemán se incluya en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. La propuesta ha sido impulsada por la Asociación Central de Artesanos Panaderos de Alemania, liderada por Peter Becker, quien asegura que hay panes excelentes en distintos países del mundo, pero que la variedad de panes que hay en Alemania es única. No sabemos si esto será totalmente cierto, pues hay también mucha variedad de panes en otros países europeos, igual que los hay en otros continentes, lo que no es discutible es que cada cual tiene sus características, el pan representa la cultura de un país.
Y así lo afirman también los panaderos alemanes, quienes también están sufriendo el auge de los ‘panes de supermercado’. Parece ser que en los últimos años se han cerrado centenares de panaderías artesanas que no pueden competir con el precio de los establecimientos que elaboran panes de bajo costo. En España sabemos de lo que hablan…
Desde la Asociación no dejan de trabajar para impulsar el consumo del pan artesano, la diversidad de sus panes y como hemos comentado, proteger su patrimonio cultural proponiendo a la Unesco que incluya el pan alemán en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial, como lo está, por ejemplo, la Dieta Mediterránea.
Según la Asociación Central de Artesanos Panaderos de Alemania, tienen registrados 3.090 tipos de pan, y según Becker es, entre otras cosas, gracias a la gran variedad de granos y cereales que se cultivan en el país y a su microclima. En sus declaraciones argumenta que muchos pueblos pequeños de su país mantienen sus propias tradiciones de producción de pan, que se ha preservado la identidad local de los pequeños principados en los que Alemania estuvo dividida, y que en Francia, Italia y España esto se ha perdido porque se ha concentrado en grandes capitales y centros urbanos. ¿No será que son los únicos lugares que ha visitado?, ¿conoce realmente la cultura del pan de nuestro país o la de nuestros vecinos?
Insistimos en que no conocemos demasiado sobre la cultura del pan alemán, y seguramente el pan alemán que hayamos podido comer fuera de Alemania sólo es parecido al tradicional, pero sí sabemos que sobre todo destaca por ser diferente a los panes que se elaboran en España, Francia o Italia, generalmente son panes fuertes para los actuales paladares ‘refinados’ de estos países, elaborados a menudo con granos enteros de centeno, espelta… (en algunas zonas el trigo no era tan fructífero), con una miga mucho más densa y con mucha acidez.
El líder de la Asociación de panaderos de Alemania explica que elaboran panes integrales, blancos, negros e incluso tipos de pan mediterráneo, entonces, entre los más de 3.000 tipos de pan entendemos que no son propios, igual que nosotros hemos adoptados la baguette o la chapata, y contamos con un gran número de panes tradicionales y propios de distintas regiones españolas como el Pa de Pagès, el Pan de Valladolid, el Pan de Cea…
Con esto no estamos negando que se salvaguardar el patrimonio cultural no tangible, que se preserven los conocimientos de las tradiciones, las técnicas, las costumbres y que éstas se transmitan de generación en generación, sean en el ámbito gastronómico, en la música, en la literatura, en la lengua… pero no creemos que sea necesario intentar poner lo propio en valor, desmereciendo a otras culturas.
La cultura del pan tiene siglos de tradición, pero no sólo en Alemania, es un alimento básico de la humanidad desde la prehistoria. Que sirva el Patrimonio Cultural Inmaterial de la Unesco para preservarla y elevar el valor de este alimento desde el campo del cereal hasta la mesa.
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