El ozono es un gas natural de la atmósfera que a nivel del mar tiene una concentración de 0,01 mg kg-1, pero debido a la liberación de los gases de efecto invernadero resultantes de la combustión de combustibles fósiles, la radiación solar, etc., su concentración puede elevarse significativamente y convertirse en un gas contaminante que afecta al rendimiento de los cultivos. Pues bien, investigadores del Departamento de Agricultura de Estados Unidos y expertos de diversas universidades estadounidenses, han llevado a cabo una investigación en la que se ha expuesto a un grupo de plantas de maíz a niveles de ozono que podrían establecerse en los próximos años.
Según los resultados, el ozono es una amenaza para el cultivo de maíz, aunque no todas las variedades sufren los mismos efectos hablando del rendimiento de los cultivos, lo que da pie a desarrollar nuevas investigaciones para determinar las diferencias genéticas que a unas variedades le otorgan una mayor resistencia a un mayor nivel de ozono. Los expertos explican que el ozono llega a las plantas del mismo modo que el dióxido de carbono, aunque en este caso se trata de un nutriente y todo el carbono que termina en los granos pasa primero por las hojas. En cambio, el ozono es altamente reactivo y daña los tejidos de la planta, y perjudica la captura de carbono fotosintético, lo que provoca la aceleración del envejecimiento de las hojas.
Los investigadores explican que incluso en los niveles bajos, el ozono causa algún daño a las plantas, los actuales niveles de este gas disminuyen los rendimientos del maíz hasta en un 10%, siendo su efecto comparable a los daños que puede provocar una sequía, una plaga, una inundación o una enfermedad. Según los expertos, no se ha estudiado relativamente la pérdida del rendimiento de los cultivos y concretamente del maíz en Estados Unidos a causa del ozono. Sin embargo, hay que recordar que en el año 2014, una investigación de la Universidad de Colorado y del Instituto Tecnológico de Massachusetts, estudiaba la interacción del aumento de las temperaturas y el ozono y cómo afectaban al rendimiento de los cultivos, pero también se pueden citar algunos estudios anteriores evaluando cómo influye el ozono en cultivos como la soja.
Los expertos destacaban que la contaminación por ozono es difícil de identificar debido a que sus efectos (como el mencionado envejecimiento acelerado) son similares a los que producen algunas enfermedades, por ejemplo, si se da una decoloración de las hojas o aparecen manchan en ellas, se puede confundir con una enfermedad cuando en realidad es consecuencia del aumento del nivel de contaminación por ozono. Lo cierto es que son varios los estudios que se realizan sobre el calentamiento global y su influencia en la producción de alimentos y en la seguridad alimentaria, la mayoría se han centrado en la reducción del rendimiento de los cultivos a consecuencia del aumento de las temperaturas, los eventos climáticos adversos o el incremento de las plagas, pero no son muchos los que se han centrado en problemas como el aumento del nivel de ozono.
Los investigadores desarrollaron su estudio en la instalación FACE (enriquecimiento de dióxido de carbono al aire libre) de la Universidad de Illinois, allí se trabaja con un método utilizado por ecólogos y biólogos, con el que se aumenta la concentración de CO2 en un área específica para poder medir la respuesta del crecimiento de las plantas, aunque en este caso el gas estudiado fue el ozono. Esta instalación cuenta con un sistema sofisticado de emisiones, que analiza la velocidad y dirección del viento, a fin de poder dosificar los niveles de los diferentes gases empleados en los cultivos del campo de pruebas.
El nivel de ozono utilizado en el estudio fue el que se encuentra en países como la India o China, por lo que no es excesivamente alto, pero supone una mayor concentración (2’5 veces) que la que se puede encontrar en el estado de Illinois. En el campo de pruebas se plantaron 45 plantas de maíz híbrido que representan los principales tipos de maíz utilizados en la actualidad, tras la exposición al ozono, se observó que algunas plantas eran más sensibles que otras a este gas. Un problema que se destaca es el hecho de que la genética del maíz comercial es un secreto, por lo que se desconoce si esta variedad tiene los mismos problemas localizados en algunos híbridos del experimento.
Los expertos consideran necesario realizar más investigaciones para determinar cómo responderán las plantas de maíz a las condiciones futuras donde el nivel de ozono será más elevado. Comprender cómo las plantas responderán a los efectos del cambio climático antes de que se produzcan es importante, ya que es el único modo de poder encontrar esas soluciones que se necesitarán en el futuro. Podéis conocer más detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página de la Universidad de Illinois, y en este otro de la revista científica Global Change Biology.
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