El olor y el sabor de los alimentos ecológicos son mucho más significativos y valorables que los que pueden ofrecer los alimentos obtenidos a través de la producción industrial, esto es algo que los consumidores de productos ecológicos saben. Estas cualidades han sido constatadas por la Unión Española de Catadores en el marco de un estudio presentado por FEPECO (Federación Española de Empresas con Productos Ecológicos) y el MARM (Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino), en el que se pretendía realizar la primera valoración organoléptica y sensorial de alimentos ecológicos en España.
La valoración que realizó la UEC (Unión Española de Catadores) fue independiente, sobre ella nos habla el presidente de la UEC Fernando Gurucharri. Para el experto catador, el olor y el sabor de los alimentos ecológicos se identifican con la pureza del suelo en el que han sido cultivados, muestran una mayor expresividad aromática y frutal, siendo sus cualidades organolépticas mucho más pronunciadas. En resumidas cuentas, se habla de carácter, pureza y personalidad, características muy patentes en aquellos alimentos o bebidas que han sido menos manipulados, como pueden ser las frutas o las verduras.
Cocineros como Josean Martinez, un joven chef leonés formado en las mejores cocinas de nuestro país, manifiesta que para poder realizar una cocina con aroma e identidad propia es necesario recurrir a los productos ecológicos. Esto es algo que también valoran muchos chefs de nuestro país, Santi Santamaría, Oriol Rovira o todos aquellos chefs que forman parte del grupo de los denominados ecochefs.
La alimentación ecológica ha sufrido un notable crecimiento durante los últimos años, crecimiento acorde a los gustos más selectos de los consumidores, sin embargo, la crisis económica ha provocado que el sector de los alimentos ecológicos sufra una recesión debido a que este tipo de alimentos son más caros que los que se producen de forma industrial. Pueden ser alimentos de más calidad, con mayores cualidades o más saludables, pero el precio es el factor determinante ahora, y a pesar de alabar sus bondades no se logrará un aumento de consumo si no se realiza una revisión de precios.
Incluso en plena crisis, podemos comprobar que la mayoría de los alimentos ecológicos siguen presentando un precio elevado, precio por el cual se puede obtener el doble de producto industrial. Al margen de estas puntualizaciones, hay que destacar que los alimentos ecológicos ofrecen texturas, aromas y sabores genuinos que no pueden compararse con el resto de productos, son sabores de verdad, sabores de antaño desarrollados con las técnicas tradicionales de siempre.
El día que los alimentos ecológicos puedan comercializarse al mismo precio que el resto de alimentos desarrollados de forma industrial (algo poco probable), el mercado dará un giro espectacular.