El macis no es tan conocido y apreciado como la nuez moscada, pero esto debería cambiar, pues ofrece similares cualidades a las elaboraciones culinarias. El macis no es ni más ni menos que la cáscara de la nuez moscada, que cuenta además con otra envoltura carnosa. Para extraerlo, el fruto se deja secar durante cuatro o seis semanas y después se pela, se separa la nuez moscada del macis y este, pasa al prensado.
El macis o cáscara de la nuez moscada es originario de las Islas de las Especias de Indonesia su color va del amarillento al naranja rojizo, depende de su procedencia, parece ser que la de Indonesia es más rojiza y la de Granada amarillenta.
Las diferencias entre la nuez moscada y el macis como resultado de su incorporación en nuestros platos, es que la nuez moscada es un poco más dulce y más potente en aromas y el macis es más refinado aunque algo más amargo.
El macis se utiliza mucho en la cocina india y en la china, tanto en la elaboración directa de los platos como formando parte de una mezcla de especias. Es ideal para infinidad de platos, guisos, purés de patatas, pasta, cremas saladas o dulces, salsas, etc.
Nosotros lo utilizamos muchas veces, en ocasiones lo rallamos al momento de usarlo, como la nuez moscada, para evitar que sus aromas se volatilicen, y en otras ocasiones troceado. Exquisito toque aromático otorgó en la receta de Salmón con crema de naranja y cilantro, y en la salsa de champiñones con la que acompañamos un solomillo.
Encontramos el macis en la sección de especias de los comercios alimenticios bien surtidos, nosotros lo compramos en El Corte Inglés en envases de cristal. Si no has probado esta especia, te recomendamos que lo hagas, es otro buen recurso para dar a tus platos ricas cualidades.