Recientemente, el Instituto Norteamericano de la Carne (NAMI) ha criticado y restado valor al informe del CUP (Proyecto de Actualización Continua) del WCRF (Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer), donde se vincula la carne con el mayor riesgo de sufrir cáncer. Desde el instituto comentan que el cáncer de colon es un grave problema de salud y por ello recomiendan a los investigadores que busquen el mejor modo de prevenir y tratar la enfermedad, pero insistiendo en dejar a un lado la carne, ya que consideran que no existe una relación entre la carne y el cáncer que sea significativa.
En el último informe del CUP se argumenta que el consumo de carne aumenta el riesgo de cáncer colon, sugiriendo que merece la pena sustituir parte de la carne que se consume por pescado, esta sería una solución efectiva para reducir el riesgo de sufrir esta enfermedad. El Proyecto de Actualización Continua o CUP, es un programa en el que continuamente se analiza la investigación a nivel mundial sobre cómo la dieta, la nutrición, la actividad física y el peso corporal, afectan al riesgo de sufrir cáncer. Se trata de un recurso científico considerado fiable y una autoridad en esta materia, responsable de las directrices y políticas actuales para la prevención del cáncer. Sin embargo, el NAMI puntualiza que es fundamental que las recomendaciones de salud pública se realicen con el apoyo de la ciencia, como si el WCRF no se basará en ella.
Según el NAMI, cuando se habla de carne y de los riesgos asociados a padecer cáncer, los titulares que aparecen en este tipo de informes no son respaldados con los resultados recogidos por el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer. Todos los estudios que se citan, según el NAMI, muestran que no existe una relación significativa entre carne y cáncer, e incluso apuntan que en algunos casos existe un efecto protector. El instituto argumenta que los límites recomendados para el consumo de carne que aparecen en el informe (500 gramos por semana) no tienen sentido para la mayoría de los consumidores estadounidenses y canadienses, ya que es el promedio que se consume habitualmente, además esta recomendación se lleva realizando desde hace muchos años.
Por tanto, y según el informe, el Instituto Norteamericano de la Carne comenta que los consumidores pueden seguir disfrutando de la amplia gama de productos cárnicos ofrecidos en el mercado como parte de una dieta equilibrada. Merece la pena recordar que la OMS (Organización Mundial de la Salud), en el año 2015, consideró la carne roja como probablemente carcinógena para el ser humano, destacando que se había observado que su consumo se asociaba al cáncer colorrectal, al cáncer de páncreas y al cáncer de próstata. La carne procesada se consideró un alimento cancerígeno, la OMS explicaba que existían pruebas suficientes, recabadas en más de 800 investigaciones, que demostraban que el consumo de este tipo de carne podía ser la causa de sufrir un cáncer colorrectal, los expertos explicaban que una porción de carne procesada de 50 gramos diarios incrementa el riesgo de sufrir este tipo de cáncer en un 18%, riesgo que aumentaba proporcionalmente a mayor consumo de este alimento.
Explicamos esto porque el NAMI basa sus argumentos en 13 estudios citados en el informe sobre la incidencia del cáncer colorrectal, comenta que 12 de estos estudios no muestran una asociación significativa del consumo de carne con el riesgo de cáncer, otro estudio determinó que existía una asociación inversa no significativa al comparar los niveles de consumo alto y bajo (aparece en la página 34).
En este informe se han incluido ocho estudios en un metaanálisis sobre la cantidad consumida (100 gramos diarios) y la respuesta del organismo, destacando que no mostraron asociaciones significativas. Sobre el consumo de carne procesada, en el informe que podéis consultar en este enlace (Pdf), se determina que la mayoría de estudios concluye que existe una asociación significativa entre la carne roja y procesada con el cáncer de colon, aunque también aparecen estudios que muestran que su consumo protege de la enfermedad, pero los autores consideran que son efectos protectores nada significativos.
El NAMI comenta que en la página 37 aparecen 13 estudios de los que nueve determinaron asociaciones positivas no significativas entre el consumo de carne procesada y el riesgo de cáncer, tres concluyeron una asociación positiva destacable y tres, una asociación inversa no significativa. Por todo lo argumentado, el Instituto Norteamericano de la Carne considera que el informe presentado es una evidencia de lo débil que es el vínculo entre carne y cáncer de colon.
Según el NAMI, el informe ignora los muchos beneficios del consumo de carne roja y procesada como parte de una dieta equilibrada y saludable, centrándose sólo en los riesgos de cáncer, comenta que la carne es una fuente rica y completa en proteínas, tiene vitamina B12, zinc, hierro y otros nutrientes importantes, por ello, en su comunicado invita a leer los estudios científicos que detallan los beneficios nutricionales de la carne. Es de suponer que el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer contestará al Instituto Norteamericano de la Carne, ya que parece que se pretende tirar por tierra su trabajo y el de todos los investigadores del mundo que han mostrado dicha relación.