Hace unas semanas podíamos conocer una investigación realizada por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer de la OMS, en la que se concluía que el glifosato, principal componente activo de herbicidas como el RoundUp, se clasificaba como posible agente cancerígeno para los seres humanos. Monsanto respondió defendiendo su producto argumentando que cumplía escrupulosamente con los estándares establecidos por las autoridades reguladoras y de salud, y que las conclusiones de la IARC (Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer) no estaban respaldadas por datos científicos. Apuntaba además que se han realizado cientos de evaluaciones por cientos de investigadores de países de todo el mundo, sin encontrar ningún problema en el glifosato para la salud humana.
Pues bien, parece que a raíz del dictamen de la IARC sobre el glifosato, grupos de consumidores estadounidenses, investigadores y algunas empresas alimentarias, están contratando los servicios de laboratorios independientes para determinar la presencia de trazas de glifosato en los productos alimentarios. Anteriormente se recibía la petición de este tipo de análisis tres o cuatro veces al año, pero ahora se han disparado y se cuentan por docenas. Según los resultados que se están obteniendo, el glifosato está presente en muchos alimentos, se han detectado trazas de glifosato en los cereales para el desayuno, en la miel, en la salsa de soja, en la leche de fórmula infantil e incluso en la leche materna. Parece que la lista de alimentos que contiene residuos de glifosato es bastante amplia y lógicamente es motivo de preocupación.
Un toxicólogo que trabaja para Monsanto ha realizado unas declaraciones sobre estos resultados, comenta que de acuerdo con los especialistas médicos y otros expertos en seguridad alimentaria, la presencia de una sustancia química en los alimentos no representa un peligro para la salud humana, lo que importa es la cantidad, por lo que las trazas detectadas no tienen por qué representar un riesgo. De nuevo se argumenta que existen numerosos estudios que han determinado que el glifosato es seguro, aunque otros estudios lo han relacionado con problemas medioambientales y problemas para la salud humana. Los críticos temen que el glifosato haya penetrado tanto en el medio ambiente, que la exposición incluso a pequeñas cantidades pueda ser perjudicial.
Varios laboratorios comunican el incremento significativo de la solicitud de análisis para detectar la presencia de glifosato en los alimentos, aquí explican que Abraxis LLC, una compañía situada en Pennsylvania (Estados Unidos), comenta que se han encontrado residuos de glifosato en 41 de las 69 muestras de miel recibidas y en 10 de las 28 muestras de salsa de soja analizadas. También comenta que se ha detectado la presencia de este producto químico en 3 de las 18 muestras de leche materna analizadas y en 6 de las 40 muestras de leche de fórmula infantil. Más datos, un agrónomo de la Universidad Estatal de Dakota del Norte advierte que se han encontrado trazas de glifosato en varias muestras de harina. Lo cierto es que se está recibiendo un aluvión de resultados positivos sobre la presencia de este químico en los alimentos y lógicamente está aumentando la preocupación por los alimentos que se consumen.
Hay que tener en cuenta que en Estados Unidos, millones de hectáreas están cultivadas con alimentos transgénicos asociados al RoundUp y son millones de litros de herbicida los que se están utilizando, por lo que la penetración del producto en el medio ambiente es evidente, no sorprende que se puedan detectar trazas de glifosato en todo tipo de alimentos.
Sobre el dictamen de la IARC, merece la pena recordar que en la contestación de Monsanto se apuntaba que era importante poner las clasificaciones del Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer en perspectiva, el IARC ha establecido en la categoría II (productos probablemente carcinógenos para el ser humano), el café, los teléfonos móviles y otros artículos de uso diario habituales en millones de hogares, en esta categoría se ha incluido el glifosato, por lo que para Monsanto no es una clasificación concluyente y no debe preocupar.
Ken Cook, presidente y co-fundador de EWG, organización sin ánimo de lucro que se dedica a la protección de la salud y el medio ambiente, explica que millones de estadounidenses (y por supuesto millones de personas de todo el mundo) están expuestos a un producto químico considerado un posible carcinógeno a causa de los cultivos transgénicos que ahora dominan una buena parte de las tierras agrícolas de Estados Unidos. Con este argumento se solicita nuevamente a la FDA (Agencia de Medicamentos y Alimentación) que los alimentos transgénicos sean identificados en las etiquetas alimentarias para que los consumidores puedan ejercer su derecho a saber y decidir sobre los alimentos que adquieren.
Según leemos aquí, Ken Cook considera que los consumidores estadounidenses están preocupados, si en las pruebas se han encontrado trazas de glifosato en los alimentos antes citados, es muy probable que el glifosato tenga presencia en cientos de alimentos que los estadounidenses consumen a diario. Por ello cree necesario que las empresas alimentarias deban sincerarse con los resultados de los análisis y que deben comunicar a sus clientes qué alimentos contienen trazas de glifosato, ya que los consumidores tienen derecho a saber que los alimentos que están consumiendo contienen un producto químico relacionado con el cáncer. Ellos ya elegirán si se exponen o no, igual que lo hacen con el teléfono móvil, por ejemplo.
El tema del etiquetado transgénico es complicado, a pesar de que una gran mayoría de consumidores ha manifestado querer saber qué productos contienen ingredientes transgénicos, no se hace efectiva una ley a nivel nacional que permita identificar estos alimentos. A esto hay que añadir que la mayoría de las iniciativas estatales para aprobar el etiquetado transgénico han fracasado y que se ha presentado un Proyecto de Ley apodado la Ley Oscura, cuya finalidad es evitar las iniciativas de cualquier Estado del país que persigan una ley para el etiquetado de los alimentos transgénicos, además de anular las pocas que se han logrado aprobar, como es el caso de Estados como Maine, Connecticut o Vermont.
Posiblemente no tardaremos mucho en conocer nuevas noticias sobre el tema y quizá una nueva contestación de la empresa biotecnológica Monsanto.
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2 comentarios
son hipócritas ¿cómo pueden estar permitiendo este herbicida que mata al ser humano??????
Es increíble que hoy en día, lo que interesa es el interés de ciertas industrias como Monsanto que no solo crearon el agente orange dispersado en vietnam y que todavía hoy en día mueren miles de personas de cáncer tanto en vietnam como aquellos militares que combatieron en Vietnam. El glifosato no es más que un agente orange un poco más suave que produce las mismas consecuencias y que la industria alimenticia esta usando en muchos alimentos sin mirar las consecuencia