Hoy conocemos una noticia en la que se muestra con más notoriedad un cambio en la mentalidad de los políticos de los países más ricos del mundo. Ante la lamentable situación de la alimentación a nivel mundial, el G8 busca soluciones para paliar la subida del precio de los alimentos.
Hace unos días hablábamos sobre las posibles causas de la subida del precio de los alimentos a nivel mundial, éstas eran planteadas por la directora ejecutiva adjunta del Programa Mundial de Alimentos. Este tema preocupa seriamente a los expertos y las soluciones que se barajaban hasta el momento eran bastante complicadas.
El G8 representa al Grupo de las Ocho naciones más industrializadas y ricas del mundo, su intervención en el problema es necesaria y podría paliar parte de la situación desencadenada por la subida del precio de los alimentos. Los Ministros de desarrollo de estos países anuncian su apoyo a la adopción de un paquete de medidas que permita la reducción de los precios de los alimentos, ya que ven claramente que son los países más pobres los mayores perjudicados y los que más sufren las consecuencias.
Suena muy bien, pero las soluciones planteadas ya no lo son tanto, se solicita que se realicen mayores contribuciones y donaciones por parte de los países más pudientes, esperar una colaboración altruista no es una solución efectiva si no se acompaña de la legislación adecuada. Un paquete de medidas legales que obligaran a frenar o reducir los precios en cada país y buscar alternativas en el cultivo de los cereales destinados a ser biocombustibles, podrían ser algunas de las soluciones eficaces a adoptar.
De hecho, recordamos la solicitud que planteó el experto en alimentación Jean Ziegler, pedía una moratoria de cinco años antes de comenzar a fabricar biocombustibles para tratar de buscar nuevas alternativas con otros cultivos que no se utilizaran para la alimentación humana. Coincidíamos entonces con la conclusión del experto en la que se indicaba que era un crimen humanitario utilizar los alimentos para fabricar biocombustibles, de esto hablamos en el post Más biocombustible, más hambre.
En fin, es un primer paso que muestra que los países más ricos empiezan a tomar conciencia de la situación, resulta curioso que la reunión del G8 realizada recientemente no era para tratar este problema y no se contempló como tal en los comunicados realizados. Sin embargo, fue el tema dominante y motivo de debates en la reunión. Algunas de las declaraciones realizadas por los miembros del G8 muestran una especial preocupación, pero nos quedamos con las realizadas por el ministro de Relaciones Exteriores japonés, Masahiko Komura:
«Los máximos en los precios de los alimentos causan serios problemas para el desarrollo en su conjunto, especialmente para África, y compartimos el punto de vista de que es algo que la comunidad internacional tiene que abordar,». «El problema de los alimentos afectará directamente a la vida de los pobres. Hemos alcanzado una determinación común y es que necesitamos adoptar los pasos necesarios.»
Sin duda es un primer paso para poder solucionar uno de los problemas más graves a los que se enfrentan los Gobiernos del mundo.
Vía | Reuters