Miles de toneladas de alimentos y bebidas han sido incautadas en 47 países del mundo entre el mes de diciembre de 2014 y el pasado mes de enero, ello ha sido posible gracias a la operación que ha llevado a cabo la Organización Internacional de Policía Criminal INTERPOL y Europol (Oficina Europea de Policía). En sólo dos meses se han incautado más de 2.500 toneladas de alimentos falsificados, fresas, mozzarella, frutos secos, aceite, huevos, pescado y mariscos o vodka entre otros.
En la operación llamada Opson IV han participado organismos nacionales de reglamentación alimentaria, oficinas de aduanas y otras instituciones. Se han realizado controles en comercios, mercados, puertos, aeropuertos y polígonos industriales, las cifras del fraude de los alimentos son alarmantes, han logrado incautar 2.500 toneladas de alimentos y bebidas fraudulentas. Pero posiblemente esto sea sólo la punta del iceberg y se han logrado colocar miles de toneladas de alimentos fraudulentos en el mercado. Se puede realizar una comparativa con las drogas, se incautan alijos pero representan una pequeña cantidad de lo que verdaderamente se mueve impunemente.
Parece evidente que el fraude alimentario está a la orden del día en todo el mundo, los actuales sistemas de vigilancia y control no terminan de ser lo efectivos que debieran, o quizá sería necesario mayor vigilancia policial para evitar este tipo de fraude. Volviendo a la Operación Opson IV, en Italia se han incautado 31 toneladas de pescado y marisco congelado que pretendían comercializar como producto fresco. Previamente a la congelación se había tratado con ácido cítrico, fosfato y peróxido de hidrógeno o agua oxigenada, compuesto químico que en la industria alimenticia es habitual para blanquear alimentos como el queso, las carnes o los huesos entre otros usos. Gracias a este tratamiento, una vez que se descongelaba el marisco y el pescado tenían la apariencia de ser frescos y recién capturados.
Seguimos con el recorrido del fraude alimentario a nivel mundial, en los dos últimos meses (diciembre y enero), en Sudán del Sur se cerró una planta embotelladora de agua que no tenía licencia, en Egipto se incautaron 35 toneladas de mantequilla falsa, en Hungría se cerró un matadero ilegal, en Noruega se incautaron botellas de agua falsificadas (ni el agua se libra del fraude). En Tailandia se incautaron 85 toneladas de carne sin la certificación correspondiente de cumplir con las regulaciones de seguridad y salud. En varios países sudamericanos varias partidas de alimentos y bebidas intentaron saltarse la aduana para evitar el pago de impuestos, pero además estos productos se envasan o almacenan en condiciones que pueden suponer un riesgo para la salud de los consumidores.
En lo que refiere a bebidas alcohólicas, se han logrado incautar unos 275.000 litros, en el Reino Unido, por ejemplo, se descubrieron más de 20.000 botellas vacías listas para rellenar con bebida fraudulenta que se comercializaría como vodka. En países africanos como Uganda o Ruanda se han incautado botellas de whisky falso, en Europa del Este se ha descubierto una red de tráfico de mozzarella falsa, se trataba el queso rancio con ácido e hipoclorito de sodio para dar la apariencia de mozzarella fresca. La lista de incautaciones es extensa y nos da una idea de la magnitud del problema.
Las bebidas y alimentos falsos son un grave problema, representan una seria amenaza para la salud y seguridad de los consumidores, estamos a expensas de criminales sin escrúpulos que no dudarán en dar gato por liebre para enriquecerse. El director de INTERPOL explica que los resultados de esta operación muestran claramente la amenaza que representa el fraude alimentario, afectando a todo tipo de productos y en cualquier país del mundo, aunque indudablemente siempre hay productos estrella, recordemos por ejemplo los alimentos que son más susceptibles de fraude en Europa.
Por ello es importante la cooperación a nivel nacional e internacional para intentar desmantelar estos fraudes alimentarios y evitar que lleguen al consumidor. En ocasiones hemos podido conocer a través de los medios de comunicación algunos fraudes alimentarios, el caso de la carne de caballo, la sustitución de cáscara molida de almendras y cacahuetes por comino, el fraude del aceite de oliva virgen extra en Italia… como decíamos, representan sólo la punta del iceberg, ni se logra incautar todo el fraude, ni se dan a conocer todos los casos de fraude alimentario en Europa.
Os recomendamos leer este artículo publicado en la página de INTERPOOL sobre la Operación Opson IV, servirá para tener una idea de hasta dónde llega el fraude alimentario.
Foto | Aka Hige