Nunca es tarde para seguir aprendiendo sobre el mundo vegetal y mucho menos cuando se habla de alimentación, así que hoy vamos a descubrir (o recordar, porque habrá quien lo haya estudiado) qué es el floema en botánica, cuál es su función y veremos un ejemplo que ya habéis leído en el titular, el plátano es una de las frutas que lo deja a la vista en cuanto lo pelamos, y la pregunta que os vamos a hacer es si lo quitáis u os lo coméis con la fruta.
Se conoce como floema al tejido vascular que se encarga de transportar los azúcares y nutrientes que se producen por la fotosíntesis, empezando desde las hojas hasta la raíz y los frutos, claro. En los plátanos, bananas, cambures o guineos, el floema son esas hebras o hilos que se encuentran alrededor de la fruta una vez pelada, que se despega con mucha facilidad.
Tanto es así, que la gran mayoría de personas, cuando pela el plátano retira los hilos o floemas antes de comérselos, y los tira a la basura, como la piel. Pero, resulta que hay muchos profesionales de la salud y la alimentación que están recomendando (desde hace tiempo, no es nuevo) que no se retiren los floemas de los plátanos, porque no sólo son comestibles, sino que, al ser conductores de nutrientes, resultan especialmente nutritivos.
Según los expertos, las hebras del plátano contienen calcio, potasio, magnesio, vitamina B6, vitamina C, fibra… vamos, el conducto que transporta nutrientes a la fruta, también los contiene. Ahora bien, nos preguntamos ¿qué cantidad de nutrientes puede haber en las hebras del plátano?
Podemos calcular que pesan menos de 5 gramos, por lo que la cantidad de nutrientes de los floemas puede resultar insignificante para una persona que lleva una dieta Mediterránea, en la que abunda el consumo de frutas y verduras. También somos del parecer de que ‘muchos pocos hacen un mucho’, así que, si no molestan las hebras para comerse la fruta, pues adelante.
Sucede como con el suero de los yogures, ese líquido que hay en la superficie del yogur y que la mayoría de personas tiran por el fregadero, tiene sus proteínas, así que la recomendación para aprovecharlas, es mezclarlo con la parte sólida del lácteo.
Quizá os estáis preguntando qué sucede con la piel de plátano, porque es fácil que hayáis escuchado que es comestible, igual que la piel de muchas otras frutas. Pues, efectivamente, la piel de plátano es comestible y aporta fibra, antioxidantes, vitaminas, minerales… Pero su textura y su sabor no son agradables.
Así que la forma de poder consumir la piel sería procesándola, de hecho, la industria alimentaria trabaja con ella, aprovecha un producto de desecho para convertirlo en un ingrediente nutritivo con el que enriquecer alimentos, lo consideran un aditivo funcional. Y ahora contadnos, el floema o las hebras del plátano y la banana ¿lo quitáis u os lo coméis? Y la piel de plátano, ¿la habéis probado?
Foto 2 | Stephanie