Según los resultados de una investigación realizada por expertos del Instituto Internacional de Investigación sobre Políticas Alimentarias (IFPRI), el elevado precio de los alimentos saludables contribuye a la desnutrición mundial. Se trata del primer estudio global sobre lo asequibles que son los alimentos saludables y no saludables, donde se muestra que el precio de los alimentos es un factor determinante en la dieta y la salud de la población.
Los investigadores comentan que las dietas deficientes son uno de los principales factores de riesgo para padecer diversas enfermedades que provocan la muerte de casi una quinta parte de la población mundial. En este sentido, merece la pena retomar la lectura de este estudio realizado por el profesor Ashkan Afshin del Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud de la Universidad de Washington, en el que se concluía que las dietas poco saludables son responsables de más muertes que las que produce el tabaco y la presión arterial elevada.
Si bien es cierto que las causas para seguir una dieta pobre y deficitaria en nutrientes son complejas, este estudio apunta como factor determinante el precio y accesibilidad de los alimentos más nutritivos y saludables. Los expertos explican que las variaciones de precios ayudan a explicar las diferencias internacionales en los patrones dietéticos, el retraso en el crecimiento infantil, así como la prevalencia del sobrepeso y la obesidad en los adultos.
En estudios anteriores se han tenido en cuenta las diferencias de precios en determinados países de altos y medios ingresos en un contexto en el que los alimentos procesados y ricos en calorías son un factor de riesgo para la obesidad. Pero hasta la fecha, ningún estudio había analizado la estructura de las diferencias de precios a nivel mundial, y cómo estas estructuras podrían contribuir a la desnutrición y al índice de sobrepeso y obesidad. Según los resultados, la mayoría de los alimentos considerados saludables son significativamente más caros en los países pobres, otro dato destacable es que paralelamente al abaratamiento de los alimentos más saludables, el precio los alimentos procesados y poco saludables también se reduce.
Claro, que también existen excepciones, como el estudio publicado en el Instituto de Asuntos Económicos del Reino Unido, en el que se concluía que la comida saludable era más económica que la comida basura, apuntando que los consumidores abusaban de los productos insanos simplemente por gusto o comodidad, siendo estas razones las de más peso que el precio o la calidad de los alimentos en relación a la mala alimentación y a los problemas de salud asociados. Obviamente, se habla de un país desarrollado y también existen dudas, ya que el autor del estudio es un opositor a la intervención del gobierno en determinados temas, como puede ser el alcohol o la obesidad y parece ser que podría tener proximidad con los intereses de la industria agroalimentaria.
El estudio del que estamos hablando ha utilizado datos del precio de 657 productos alimenticios estandarizados en 176 países, que fueron recopilados en el marco del Programa de Comparación Internacional (PCI). Los investigadores desarrollaron un algoritmo sobre lo caro que es diversificar las dietas de los alimentos básicos tradicionales, como puede ser el arroz, el maíz o el pan. Los resultados muestran que los precios más elevados de los alimentos predicen su menor consumo, además, se ha analizado cómo estas diferencias podrían explicar las diferencias, a nivel internacional, del retraso en el crecimiento infantil y del índice de obesidad en los adultos. Hay que recordar, además, que según una investigación desarrollada por expertos de la Universidad de Nueva York, la industria alimentaria promociona menos productos saludables en países con economías deprimidas, algo que no ocurre con los alimentos que no son saludables, de ello hablábamos en este post.
La investigación ha encontrado variaciones significativas en lo accesibles que son económicamente los alimentos saludables y no saludables en diferentes regiones del mundo y con diferentes niveles de desarrollo, en los países más pobres, los alimentos considerados saludables, en la mayoría de ocasiones eran extremadamente caros, especialmente los de origen animal nutricionalmente densos, que son eficaces para reducir el retraso en el crecimiento. Como ejemplo citan la leche y los huevos, indicando que son hasta 10 veces más caros que los alimentos básicos con almidón. Si se habla de productos como los cereales con suplementos vitamínicos, el precio puede ser hasta 30 veces mayor que el de los cereales tradicionales con pocos nutrientes.
Los investigadores explican que antes de llevar a cabo este estudio ya sabían que la infancia más pobre no consumía una cantidad de alimentos ricos en nutrientes, que favorecen el desarrollo cerebral, un óptimo crecimiento y un buen estado de salud. Las personas pobres viven en sistemas alimentarios deficientes, combinan una situación de bajos ingresos y alimentos con precios altos, lo que significa que simplemente no van a poder acceder a suficientes alimentos de calidad. Volviendo al ejemplo de la leche y los huevos, los investigadores apuntan que existe una clara relación entre los precios más altos de la leche, los huevos y los cereales infantiles con suplementos nutricionales, y las tasas mas elevadas de retraso en el crecimiento de los niños.
El desarrollo económico favorece que los alimentos saludables sean más asequibles, pero también hace que los alimentos no saludables sean más económicos. Si se habla de refrescos ricos en azúcar, éstos son relativamente caros en los países de bajos ingresos, pero se han vuelto económicos en los países de economías medidas y altas, consumiéndose ampliamente. Los expertos comentan que el precio más bajo de los refrescos azucarados y los snacks poco saludables en estos países, predicen un aumento significativo del sobrepeso en la población adulta. Estos productos también han reducido su precio en algunos países pobres, por lo que al ser más accesibles, han provocado que la tasa de obesidad infantil esté aumentando.
En base a los resultados, los expertos proponen a los legisladores que utilicen todas las herramientas que tienen a su abasto para poder facilitar que los alimentos ricos en nutrientes de calidad sean más accesibles, claro, que sus propuestas seguramente chocan con los intereses económicos, con la falta de empatía y concienciación, etc. El estudio es interesante, aunque ya hemos conocido diferentes investigaciones sobre este tema y sin haber utilizado los datos de este estudio, se han llegado a conclusiones similares.
Podéis conocer todos los detalles de la investigación del IFPRI a través de este artículo publicado en la revista científica The Journald of Nutrition.
Foto 2 | Michael Stern
Foto 3 | Saechang
3 comentarios
Así es. Una ensalada q lleva lechugas y un trozo pqño d Pollo cuesta 100pesos , y una hamburguesa 60 o 70 pesos. O tacos callejeros, pan dulce , garnachas Son más economicas q Lo Saludable. Cuando debería ser lo contrario..
Pues es realmente una pena, porque al final lo más sano, lo mejor…solo va a poder accederse si tienes dinero, y no es justo. Todas las personas tienen derecho a alimentarse de forma sana.
Totalmente de acuerdo, solo un apunte mas: esto no es casual. Los gobernantes saben muy bien como ejecutar la limpieza etnico/economica, sobramos muchos millones, sobre todo los que menos tenemos, los recursos son cada vez mas escasos y… claro, si alguien tiene que sobrevivir sin duda son los que mas tienen. Saludos.