Como ya hemos comentado en otras ocasiones, el efecto de las dietas yo-yo es la reducción de peso corporal para seguidamente sufrir un aumento de peso recuperando el peso perdido e incluso superándolo. Cada vez que se recurre a un ciclo de dieta rápida, el efecto yo-yo se puede incrementar, aumenta la proporción de grasa corporal y el riesgo de sufrir síndrome metabólico y otras enfermedades relacionadas con la obesidad.
Según una investigación desarrollada por expertos del Instituto de Ciencias Weizmann (Israel), el efecto yo-yo de las dietas guarda relación con la flora intestinal, al menos así se demuestra en las pruebas de laboratorio realizadas con roedores de laboratorio. Se ha determinado que, tras un ciclo de ganar y perder peso, todos los sistemas corporales de los ratones que fueron sometidos al estudio recuperaron su funcionamiento normal, sin embargo, el microbioma no, seis meses después de realizar la dieta y perder peso, los roedores obesos mantuvieron ese microbioma anormal que parece conservar una “memoria del estado de obesidad anterior”.
Este microbioma intestinal persistente provocó la aceleración de la recuperación del peso perdido con la dieta, en el momento que los roedores volvieron a recibir la alimentación habitual. El efecto yo-yo u obesidad recurrente se podría frenar tras la pérdida de peso realizando un análisis detallado del microbioma para desarrollar un tratamiento terapéutico que aliviara el impacto en la recuperación del peso. Para poder demostrar que la composición de la flora intestinal tiene esa “memoria de la obesidad” se realizaron varios ensayos, por ejemplo, un grupo de ratones obesos que hicieron dieta, fueron divididos en dos grupos, a uno se le realizó un trasplante de microbioma procedente de roedores que no tenían antecedentes de obesidad, el segundo grupo realizo simplemente la dieta hasta reducir el peso.
Los resultados mostraron que en el grupo que recibió el trasplante no se experimentó una aceleración del aumento de peso, en cambio, el otro grupo vio exacerbado el incremento de peso. En otra prueba, los expertos proporcionaron a los roedores unos antibióticos de amplio espectro para modificar la flora intestinal, con ello se logró eliminar el aumento exacerbado de peso tras haber realizado la dieta.
Tras la realización de las pruebas, los expertos desarrollaron un algoritmo basado en múltiples parámetros relacionados con el microbioma, su cometido era predecir, en base a las características individuales de cada roedor, la tasa de recuperación de peso. Parece ser que el algoritmo predijo con precisión cuál sería la tasa de recuperación de peso en cada roedor. Los investigadores combinaron enfoques genómicos y metabólicos que permitieron identificar dos moléculas relacionadas con el impacto del microbioma en la recuperación del peso, estas moléculas pertenecientes al grupo de los flavonoides que se obtienen en la dieta a través de alimentos como las verduras, son degradadas rápidamente por el microbioma tras haber sufrido una reducción de peso a consecuencia de la dieta.
En los ratones que fueron sometidos a la dieta con antecedentes de obesidad, los niveles de flavonoides eran significativamente inferiores a los de los ratones que no tenían antecedentes de obesidad. En una circunstancia normal, los flavonoides utilizados en el estudio promueven el gasto energético durante la metabolización de las grasas, un bajo nivel de estos elementos impide la liberación de la energía resultante de la grasa, por lo que los roedores, tras la dieta, vuelven a acumular grasa al recibir una dieta normal. Todos estos datos han servido para poder desarrollar nuevos tratamientos experimentales contra la obesidad recurrente en los roedores, uno de ellos fue el trasplante fecal de microbioma perteneciente a ratones que no tenían antecedentes de obesidad, logrando con éxito borrar esa “memoria de la obesidad” y por tanto evitar el aumento de peso del efecto yo-yo.
Otro tratamiento desarrollado y que se podría probar con seres humanos es la suplementación de flavonoides, esto facilita tener un nivel adecuado de estos compuestos y por tanto, un gasto energético óptimo, resultante de la metabolización de las grasas. Los ratones que se sometieron a esta prueba no experimentaron un aumento de peso acelerado, incluso con una dieta alta en calorías. Los expertos explican que la obesidad recurrente es una epidemia de grandes proporciones, los resultados obtenidos pueden ayudar a desarrollar tratamientos que faciliten el mantenimiento del peso tras haberse sometido a una dieta, evitando el temido aumento de peso exacerbado.
Podéis conocer todos los detalles del estudio a través de este artículo publicado en la página web del Instituto de Ciencias Weizmann, o a través de este artículo publicado en la revista científica Nature.