En este documental podemos conocer con más detalle el drama del cultivo de las piñas o ananas, frutas tropicales fragantes y dulces, que principalmente producen y exportan a Europa los países latinoamericanos. En este caso se pone al descubierto la situación que rodea al cultivo de piñas o ananas en Costa Rica.
Las piñas son el segundo cultivo de frutas tropicales más importante del mundo superado por los plátanos, aunque en el documental se habla de la situación de Costa Rica, quizá se podían trasladar las mismas circunstancias a otros países productores como India, Brasil o Filipinas entre otros. Posiblemente más de un lector ha podido constatar en los centros de distribución ofertas especiales de piñas a unos precios muy interesantes, nada que ver con el precio de hace una y dos décadas, que la convertía en un producto exclusivo y selecto. Son muchos los motivos que convierten en un drama el cultivo de las piñas o ananas y el documental nos muestra algunos de ellos.
Hasta las tres cuartas partes de las piñas que podemos encontrar en las tiendas europeas proceden de este país, pero el comercio está dominado por unas pocas multinacionales a las que no les parece importar la contaminación ambiental, las condiciones de trabajo, la muerte de la flora y fauna del país, etc. Seguramente todos habéis oído hablar de las piñas ‘Del Monte’, una productora y distribuidora estadounidense de alimentos (será interesante remarcar que esta empresa es una de las más citadas en lo que respecta a explotación laboral en los países en vías de desarrollo). En el documental vemos un anuncio de Del Monte, la narradora nos explica que seguramente esta empresa no desearía que vierais este documental, el drama del cultivo de las piñas o ananas es una realidad.
En el documental se pone de manifiesto que la industria ha creado miles de puestos de trabajo, pero el precio que se debe pagar a nivel de condiciones laborales y medioambientales es bastante alto, parece que este es el único modo que permite que en Europa podamos disfrutar de las piñas a unos precios muy asequibles. En el documental conocemos a un representante sindical que lleva más de 30 años luchando por el derecho de los trabajadores, a juzgar por las imágenes su labor es poco significativa y menos sin el respaldo oportuno.
Parece ser que los desastres en el medio ambiente son una tónica habitual, los accidentes y vertidos de agroquímicos al medio ambiente son una constante, ríos, canales o el mar son contaminados con estos herbicidas, pesticidas y demás agroquímicos utilizados en la producción de piñas. Tras un accidente, podemos ver las consecuencias en un canal, los peces muertos abundan, peces que sirven de alimento habitualmente a las comunidades más pobres.
Expertos en agroquímicos del país nos explican que se aplican una gran cantidad de pesticidas peligrosos, se llegan a emplear hasta 15 veces más herbicidas en los cultivos de piñas en comparación con otro tipo de cultivos, el Paraquat (nombre comercial del dicloruro de 1,1′-dimetil-4,4′-bipiridilo, considerado muy peligroso en humanos si se ingiere), el bromacil (herbicida prohibido en la UE, muy peligroso para la salud humana y el medio ambiente, fácilmente produce la contaminación de agua). Como podemos comprobar, las empresas aprovechan la falta de legislación y las condiciones de pobreza para campar a sus anchas produciendo piñas sin importar las consecuencias.
Pesticidas, herbicidas y demás productos son arrastrados por el agua de las lluvias o el agua del riego, hacia los manantiales que abastecen de agua potable a la población, podemos conocer una plantación que se encuentra a menos de 100 metros de un punto de abastecimiento de agua potable, por supuesto el agua está totalmente contaminada. Según los expertos, son necesarios hasta 16 agroquímicos diferentes en el cultivo de las piñas o ananas, muchos de ellos son de uso legal en Costa Rica, pero eso no indica que sean seguros, determinados compuestos provocan alteraciones hormonales, enfermedades, cáncer…
Conocemos el caso de una mujer que vive cerca de una plantación de piñas que suministra a la empresa Del Monte, el agua de la zona está contaminada. Las comunidades de la zona solicitaron al Gobierno que se realizaran análisis del agua que consumen, el resultado fue un comunicado advirtiendo que no se podía consumir el agua por su alta contaminación. Nosotros compramos piñas a un buen precio, pero las comunidades que las producen deben pagar un precio excesivamente elevado, si tenemos conciencia social y medioambiental, será interesante comprar sólo aquellas piñas que se han producido de forma respetuosa con el medio ambiente.
En vez de solucionar el problema y legislar el uso de los agroquímicos, la solución pasa por acercar cisternas de agua potable a la población, mientras se sigue fumigando y contaminando con total impunidad provocando todo tipo de enfermedades en la población, especialmente a quienes trabajan en los cultivos, algunos de ellos han declarado que han sufrido y sufren todo tipo de problemas de salud a causa del envenenamiento por los agroquímicos, pero no quieren ser grabados por las cámaras de televisión, el miedo a perder su puesto de trabajo y el modo de subsistencia de la familia lo impide.
Quizá después de ver el documental, cuando veamos una oferta de piñas en un supermercado, nos plantearemos el verdadero precio que se ha pagado para que podamos disfrutar de una fruta tropical exquisita a un buen precio. En el documental nos muestran una división de ganancias de la piña por cada libra (100 peniques que convertiremos en porcentajes), los distribuidores minoristas acaparan un 41%, las empresas multinacionales un 38%, los propietarios de las plantaciones un 17%, finalmente los trabajadores un 4%.
En el documental sobre el drama del cultivo de ananas conocemos un caso contrario, un productor de piñas ecológicas que trabaja su tierra y en el marco del comercio justo, recibe un precio mínimo por sus piñas, ayuda para la educación de sus hijos y está concienciado sobre el uso de los agroquímicos y sus fatales consecuencias. Lamentablemente no existe suficiente demanda para las piñas que proceden del comercio justo por su precio, algo que hace que terminen comercializándose como piñas convencionales o de producción industrial.
La guerra de precios entre las cadenas de distribución no son compatibles con los productos de comercio justo y dependiendo del país, y la crisis económica, los consumidores se decantan por los precios más bajos. En fin, os recomendamos ver el documental, es muy revelador y perfectamente se podría trasladar a otros alimentos importados de países en vías de desarrollo, las problemáticas posiblemente sean similares. Por cierto, será interesante dar un vistazo a una nueva noticia sobre transgénicos, al parecer ahora el Gobierno de Costa Rica plantea la posibilidad de avalar el cultivo de piñas transgénicas en el sur del país, de este producto hablaremos en breve.
Foto | Imagine Daisies