El contenido de azúcar en los productos de confitería se ha incrementado un 23% desde el año 1992

Hoy conocemos un estudio realizado por expertos de la Universidad Queen Mary (Londres) en el que se concluye que el contenido de azúcar en los productos de confitería se ha incrementado un 23% desde el año 1992, concretamente en productos a base de chocolate que han estado a la venta desde el año 1992 hasta el año 2017. En la investigación, los datos sobre el contenido de azúcar de los productos de confitería con chocolate del año 1992 se obtuvieron a través de una publicación nutricional que detallaba el contenido de azúcar de 44 productos populares, de los que 23 están a la venta en la actualidad.

Según las comparativas, en 1992 las tabletas de chocolate contenían una media de 46’6 gramos de azúcar por cada 100 gramos de producto, y en el año 2017 la cantidad de azúcar se había incrementado hasta los 54’7 gramos. Del estudio se desprende también que Mondelez International, Mars y Nestlé, fueron las compañías que fabricaron productos de confitería con un mayor contenido de azúcar, aunque últimamente son las que más esfuerzos están realizando por reducir la cantidad de este ingrediente en sus productos.

Para los expertos resulta preocupante que el contenido en azúcar se haya ido incrementando año tras año en el periodo de tiempo indicado, pero también es un claro ejemplo de que se puede reducir el contenido de azúcar perfectamente. La reformulación es posible precisamente porque hace un par de décadas el contenido en azúcar era más bajo, por tanto, y como parte del programa de reducción de azúcar de Public Health England (del que hablábamos aquí), las empresas pueden reducir un 20% el contenido de azúcar en sus productos sin tener que aumentar las calorías.

En el ‘Programa de Reducción de Azúcar de Public Health England‘ se hace referencia a la necesidad de reducir el azúcar pero sin aumentar el nivel de grasa saturada del producto, y siempre que sea posible se han de reducir las calorías. Recordemos que, según una investigación llevada a cabo por el Departamento de Agricultura del Gobierno Estados Unidos, las empresas alimentarias trabajan en la formulación para reducir el contenido de azúcar y sal en sus productos, pero desgraciadamente aumenta el contenido en grasas saturadas, por lo que los alimentos que se han reformulado no son tan saludables, algo de lo que hablábamos en este post.

Para comprender cómo algunos fabricantes son capaces de elaborar productos de confitería con niveles más reducidos de azúcar y así cumplir con los objetivos del mencionado programa, es necesario entender la función que tiene el azúcar en el chocolate. Este ingrediente se agrega al chocolate para aportarle dulzor, y entre otras cosas, también porque se trata de un ingrediente más económico que el cacao y que otros tipos de grasas. Por tanto, la reformulación implica consecuencias económicas, de ahí que algunos fabricantes hayan sido reacios a llevar a cabo la reformulación de sus productos.

El estudio también señala que el aumento del contenido en azúcar se ha producido en favor del gusto de los consumidores, un aumento que se ha realizado gradualmente por el miedo a perder ventas. Pero no creemos que realmente sea así, porque al final es la industria la que ‘educa’ el paladar de los consumidores, que se las saben todas… En definitiva, los dulces de chocolate llevan demasiado azúcar, y ahora se proponen fórmulas como reducir las porciones de venta, pero no son una solución, se habla de que es una estrategia que puede incrementar el consumo, en cambio, la información nutricional en el frontal de los envases y el uso del etiquetado semáforo, hace que los fabricantes quieran reformular sus productos para que no reciban una mala calificación.

Si a esto sumamos, por ejemplo, un impuesto para los alimentos procesados poco saludables y con exceso de calorías, como el solicitado por Action on Sugar y Action on Salt, probablemente la reformulación se haría efectiva en un corto plazo de tiempo, ya que a lo comentado, habría que añadir el deseo de evitar el gravamen. Los investigadores comentan que el programa de reducción de azúcar tiene como objetivo reducir la obesidad infantil, pero quizás el enfoque debería ser otro, centrarse en la densidad energética de los productos de confitería con chocolate y no sólo en el contenido de azúcar, básicamente lo que solicitan Action on Sugar y Action on Salt.

Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de la página web de la Universidad Queen Mary, y en este artículo publicado en la revista científica Nutrients.

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