Según los resultados de un estudio realizado por expertos del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona (IRB), el Barcelona Institute of Science and Technology (BIST), e investigadores de otros institutos y universidades estadounidenses, el consumo de ácido palmítico podría favorecer la metástasis de un cáncer, en este caso y dado que este ácido es abundante en el aceite de palma, algunos medios de comunicación han apuntado a esta grasa como un factor de propagación del cáncer.
El ácido palmítico es un ácido graso saturado que está presente en grasas lácteas, en las carnes o en aceites vegetales como el aceite de palma, entre otros, y hablando del aceite de palma, ya sabemos que se trata de una de las grasas vegetales más utilizadas en el mundo, que se puede encontrar en muchos productos alimenticios como galletas, pasteles, chocolates, cereales para el desayuno… y también no alimenticios, como cremas o gel de baño, entre otros. La industria alimentaria prefiere esta grasa por varios motivos, por el rendimiento del cultivo, por sus propiedades cuando se somete a cocción, por la textura y cremosidad que ofrece, por la ausencia de olor, por su capacidad conservante, etc.
El caso es que este estudio publicado hace unas semanas ha causado un gran revuelo y múltiples debates, lo que ha obligado a intervenir al Consejo Europeo de Información Alimentaria (EUFIC), organización sin ánimo de lucro que trabaja para proporcionar a los consumidores información científica sobre la alimentación y la salud, de un modo accesible y fácil de entender.
Pero antes de nada vamos a conocer los detalles de la investigación publicada en la revista científica Nature. Los expertos procedieron a introducir o “plantar” células humanas cancerígenas en la boca de roedores de laboratorio, posteriormente se alimentó a los ratones con diferentes dietas que contenían distintos ácidos grasos, como el ácido palmítico que está presente en el aceite de palma, o los ácidos linolénico y oleico que podemos encontrar en otros aceites vegetales como el aceite de oliva, de aguacate, etc.
Según los resultados, con una dieta rica en aceite de palma, las células cancerosas crecían con más rapidez y se diseminaban más (metástasis), este efecto no se observó en otras dietas donde estaban presentes los ácidos linolénico y oleico. En un segundo ensayo los expertos llevaron a cabo el mismo experimento, pero esta vez con roedores que tenían cáncer de piel, y los resultados obtenidos fueron similares.
Los investigadores destacaron, según los resultados, los posibles riesgos para la salud por la ingesta de ácido palmítico, además, apuntaron que podrían ayudar al desarrollo de nuevos tratamientos para reducir la diseminación del cáncer. Y comentan que hay algo especial en el ácido palmítico que lo convierte en un promotor extremadamente potente de la metástasis, pero también se reconoce que hacen falta nuevas investigaciones para determinar el tipo de dieta que deberían seguir los pacientes con cáncer para ralentizar la metástasis.
EUFIC comenta que el estudio es de gran calidad, pero que se deben tener en cuenta algunos puntos a la hora de leer titulares, como que los estudios no se han llevado a cabo con seres humanos, que los resultados obtenidos pueden no ser representativos y comparables con la cantidad de aceite de palma que consumen habitualmente los seres humanos… Explica que la metástasis asociada al ácido palmítico sólo se observa en dos tipos específicos de células cancerosas, por lo que no se puede generalizar a otros tipos de cáncer. Desde EUFIC se advierte que el estudio no sugiere que el aceite de palma cause cáncer, de hecho, sólo se evaluó si afectaba a la propagación de las células cancerosas. Se trata de un estudio que debe ser ratificado, son necesarias nuevas investigaciones para determinar si realmente esta grasa podría favorecer la metástasis y si los resultados conducir a nuevos tratamientos que previnieran o frenaran la metástasis.
Según leemos aquí, algunos medios de comunicación se han hecho eco del estudio cambiando su naturaleza y siendo sensacionalistas, diciendo que el aceite de palma podría causar el 90% de los casos de cáncer (ver aquí), que no es lo mismo que decir que la metástasis, en general, causa el 90% de las muertes por cáncer. Otros se han hecho eco y cargan contra el aceite de palma, la industria alimentaria, etc., y si se lee detenidamente el estudio, se puede observar que se sacan cosas de contexto.
Al margen de que favorezca o no la metástasis, existen varias razones para no consumir aceite de palma, y hablando sólo de las que competen a la salud, por ser fuente de ácidos grasos saturados que pueden aumentar el riesgo de tener un nivel elevado de colesterol malo y por tanto, mayor riesgo cardiovascular, y por el contenido en contaminantes químicos que se producen durante el procesado de los alimentos, concretamente el 3-monocloropropanediol, el 2-monocloropropanediol (2-MCPD) y los ésteres glicidil de ácidos grasos, sustancias que se forman durante el refinado de los aceites vegetales a una temperatura de 200º C.
Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página del Instituto de Investigación Biomédica de Barcelona, y en este otro publicado en la revista científica Nature.