Una investigación realizada por expertos del Departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Oxford (Reino Unido) y la Federación Universitaria de Australia, concluye que el color de la taza influye en la percepción del sabor del café. Parece ser que la investigación se realizó a partir de la conversación mantenida entre uno de los investigadores y un barista, éste explicaba que cuando el café se consume en una taza blanca de cerámica, el sabor que se aprecia es mucho más amargo que cuando se consume en una taza o vaso de vidrio, hay que tener en cuenta que estos son dos recipientes habituales en los bares para el consumo de café.
Los investigadores plantearon realizar un estudio para determinar si realmente el color influía en la percepción del sabor, consideran que en el caso del café no se ha realizado ningún estudio sobre este tema. En este sentido, recordemos las palabras de Charles Spencer, neurocientífico especializado en marketing sensorial de la Universidad de Oxford (Reino Unido), que aseveraba que todo influye en el sabor de los alimentos o bebidas, olor, sabor, color, tipo de embalaje o entorno donde se disfruta la comida o la bebida.
Los investigadores citan algunos estudios sobre la influencia del color en la percepción del sabor, como por ejemplo un estudio realizado por la investigadora Betina Piqueras-Fiszman de la Universidad de Wageningen. En este estudio se concluía que una mousse de fresa servida en un plato blanco se percibía un 10% más dulce y un 15% más sabrosa que si se servía en un plato negro (aquí podéis leer el estudio). El color influye más de lo que parece, podemos citar otro ejemplo, un estudio realizado por un experto de la Universidad de Cornell (Estados Unidos) mostraba que el color de un envase alimentario alteraba la percepción del consumidor a la hora de considerar un alimento o bebida más saludable y menos calórica.
Los investigadores plantearon que podrían existir otros mecanismos que provocaran un cambio en la percepción, como los contrastes de colores. Aunque se han realizado varios estudios sobre la interacción del sabor con el color, apenas se ha publicado nada sobre el impacto de las copas, tazas o vasos que se utilizan habitualmente para beber. Esto para los investigadores es sorprendente, sobre todo teniendo en cuenta el gran volumen de café que se consume. De hecho, aseguran que fabricantes, restauradores, propietarios de cafeterías, etc., han de tomar nota de los resultados obtenidos a fin de poder mejorar la experiencia sensorial de los clientes a la hora de tomar el café.
En el estudio los expertos se basaron en los resultados de dos investigaciones anteriores, en la primera se había ofrecido a 200 personas café en cuatro tazas de colores diferentes, marrón, rojo, azul y amarillo. Tras la cata, el 75% de los participantes aseguró que el café en taza marrón era muy fuerte, el 80% de las mujeres consideraban que el café de la taza roja era más aromático y complejo, el azul sugería que el aroma era más suave y finalmente, el café de la taza amarilla se calificó como un café de peor calidad.
En el segundo estudio, 120 personas tomaron café en tazas de color verde, azul, amarillo y rojo, en este caso se trataba de determinar la temperatura del café. Tras la cata, los resultados apuntan que el café tomado en una taza roja (38%) era percibido como más caliente, le siguió el amarillo (28’3%), el verde (20%) y finalmente el azul (13’3%), como se puede apreciar, las diferencias son estadísticamente significativas, el color también influye en la percepción de la temperatura del café.
En la investigación actual se utilizaron tazas blancas y tazas de cristal, con las primeras tazas se experimentó un aumento de la intensidad del sabor del café. Pero entonces se planteó que quizá las diferencias físicas entre ambos recipientes podrían influir, por ello realizaron un segundo experimento utilizando tazas de vidrio de tres tipos, blancas, azules y transparentes. De nuevo se demostraba que el color de la taza influía en la calificación de los participantes sobre el café que consumían, en una taza blanca el café se apreciaba menos dulce que en una taza transparente o de color azul.
Incluso el formato y envase en el que se comercializa el café influye, un envase de color azul se asocia a un aroma más suave, algo que no ocurre con otros colores. Parece que dependiendo del parámetro que se mide, los contrastes de colores afectan de un modo u otro. A la vista de los resultados, se recomienda a los propietarios de cafeterías y baristas, que para que sus clientes disfruten plenamente del café, se considere cuidadosamente el color de la taza de servicio dados los potenciales efectos que puede ejercer sobre los consumidores.
El estudio es bastante amplio y detalla los dos experimentos realizados, aunque hay que decir que el número de participantes ha sido reducido, por lo que sería interesante realizarlo con muchos más voluntarios para poder ratificar las conclusiones. Podeís conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la revista científica Flavour Journald
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