Un biólogo de la Universidad de Tufts (Estados Unidos) va a llevar a cabo una investigación en Yunnan, Zhejiang y Fujian, tres de las principales provincias chinas que se dedican a la producción de té, este trabajo se realizará tras un estudio previo realizado en la provincia suroccidental china de Yunnan, cuyos resultados determinaron que el cambio climático estaba afectando a la calidad del té en todos los sentidos, aroma, sabor, propiedades saludables… pero también a su producción, por lo que el modo en el que se ganan la vida los agricultores podría correr peligro.
Para el biólogo, los resultados se pueden trasladar a otros cultivos, permitirán comprender mejor los efectos del cambio climático y cómo afectan a la producción, siendo un presagio de lo que podría suceder a la agricultura en general. Los cambios de temperatura y las variaciones de la pluviosidad afectan a la concentración de los componentes químicos presentes en el té, flavonoles, antioxidantes, polifenoles, catequinos, etc., la variación de estos valores está estrechamente vinculada con las propiedades organolépticas y saludables. El biólogo considera que muchas personas toman diferentes variedades de té por determinadas cualidades, pero si éstas desaparecen o se reducen considerablemente, podría provocar una reducción significativa de la comercialización y venta de té, afectando a la industria mundial que gira en torno a la bebida.
En el nuevo estudio que se va a desarrollar en las provincias productoras de China, el investigador y su equipo van a investigar durante un periodo de cuatro años cómo afecta el cambio climático a la concentración de esos compuestos químicos que son responsables de las propiedades sensoriales, organolépticas y saludables del té. El experto explica que la gama de productos químicos presentes en las hojas de té dependen de las condiciones climáticas, la comprensión de los cambios que se producen serán de gran ayuda, además de poder trasladar los resultados a otros cultivos, se podría desarrollar una estrategia para desarrollar nuevas plantas capaces de mantener sus propiedades físicas y químicas a pesar de las fluctuaciones climatológicas.
El experto nos habla del té verde, una variedad muy conocida que contiene un elevado nivel de antioxidantes, de hecho, sus propiedades son alabadas desde hace cientos de años y se ha utilizado como remedio medicinal. Los amantes del té verde asocian sus beneficios para la salud con la detección de determinadas enfermedades neurodegenerativas, para la prevención del cáncer, para la reducción del colesterol LDL, para hacer frente a los efectos de los radicales libres, etc. Sin embargo, hay que decir que algunos de los beneficios que se han atribuido a esta bebida han sido rechazados por algunos organismos, como la agencia del gobierno estadounidense, responsable de la regulación de alimentos (FDA). Aunque es cierto que tiene propiedades saludables que han sido demostradas en algunos estudios científicos, pero no todas las que se le han llegado a atribuir. En todo caso, es una bebida muy popular y su consumo está muy extendido.
Se han llevado a cabo mediciones climatológicas y se han realizado encuestas a los productores de té, en la mayoría de los casos coinciden en cambios significativos, temperaturas más cálidas en invierno y temporadas de lluvia más largas e intensas que antaño, el resultado es que los agricultores han apreciado una reducción de la calidad del té, hecho verificado a través de los correspondientes análisis.
También se han realizado encuestas para saber cómo reaccionarían las personas aficionadas a beber té si sus cualidades fueran de menor calidad, tras las respuestas obtenidas, los expertos auguran un posible cambio en la demanda mundial. Determinar un sistema de producción que reduzca en la medida de lo posible las consecuencias del cambio climático es una de las tareas que emprenderán los investigadores, aunque el primer paso será conocer exactamente cómo afecta el cambio climático a la producción y determinar con más exactitud la respuesta de los consumidores a la nueva situación del té. Los investigadores son optimistas y consideran que lograrán desarrollar nuevos sistemas de adaptación y producción que sean capaces de superar un clima cambiante, a través de este artículo publicado en Newswise podréis conocer más detalles del proyecto de investigación.
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