En los últimos años se han realizado diversos estudios sobre el café y la cafeína en relación a la salud humana, se ha descubierto que beber café ayuda a mantener la presión arterial baja, se ha mostrado el mecanismo por el que la cafeína puede ayudar a combatir las enfermedades cardiovasculares o que el consumo moderado de café y cafeína se asocia con un menor riesgo de desarrollar múltiples enfermedades cardiometabólicas. Ahora hay que añadir otro beneficio más, y es que se ha descubierto que el café beneficia al microbioma intestinal.
Una investigación realizada por investigadores del departamento CIBIO (Cellular, Computational and Integrative Biology) de la Universidad de Trento (Italia) y la Escuela de Salud Pública de Harvard, concluye que el consumo de café está muy relacionado con la presencia de determinadas bacterias beneficiosas presentes en el microbioma intestinal. Este descubrimiento podría ayudar a comprender mejor los múltiples beneficios que se asocian a la ingesta de café.
El grupo de expertos analizó los datos de 22.867 personas participantes en el estudio procedentes de Estados Unidos y el Reino Unido. A través de un análisis detallado del microbioma intestinal, determinaron que hasta 115 especies de bacterias intestinales se asocian al consumo de café, apuntando que entre estas bacterias destacaba la especie Lawsonibacter asaccharolyticus, bacteria que se asocia a diferentes beneficios para la salud y cuya prevalencia es de entre 4’5 y 8 veces más abundante entre los consumidores habituales de café.
El descubrimiento se basó en los datos de los participantes de los dos países mencionados y ampliaron el análisis a 211 cohortes de 43 países, por lo que abarcaron a un total de 54.198 personas. Este enfoque de carácter global confirmó que la especie bacteriana L. asaccharolyticus es más común en las personas adultas que viven en ambientes urbanos con un estilo de vida occidentalizado, siendo mucho menos frecuente en las poblaciones rurales o en los niños.
Aunque tradicionalmente los beneficios del café se han atribuido a la cafeína, el estudio muestra que la L. asaccharolyticus también está presente en quienes beben café descafeinado, lo que sugiere que el impacto positivo del café podría estar relacionado con los polifenoles y otros metabolitos que contiene esta bebida.
Se pueden citar como ejemplos el ácido quínico, un compuesto orgánico natural presente en muchas plantas, frutas y semillas, que tiene propiedades antioxidantes, mejora la salud metabólica y tiene propiedades antinflamatorias, o la trigonelina, compuesto que influye en el aroma y el sabor del café, y que ofrece beneficios potenciales para la salud, tiene propiedades antioxidantes, neuroprotectoras, antimicrobianas, etc.
Los investigadores comentan que además, los portadores de esta bacteria tienen niveles elevados de hipurato, un marcador metabólico que refleja la interacción entre el cuerpo humano y el microbioma intestinal, así como la dieta y el metabolismo hepático. Es decir, se trata de un marcador que determina la buena salud metabólica y la diversidad del microbioma.
Los responsables del estudio señalan que entender cómo alimentos específicos como el chocolate negro o el café influyen en el microbioma intestinal, es importante para el desarrollo de dietas con mayor nivel de personalización y un carácter más saludable. Además, sugieren que sería interesante investigar en profundidad el papel de los metabolitos del café en la prevención de algunas enfermedades como la diabetes tipo 2, el cáncer o la enfermedad hepática grasa no alcohólica o hígado graso no alcohólico.
Lo cierto es que esta nueva investigación reafirma el papel del café como un aliado potencial para la salud y abre la puerta a nuevas estrategias con el objetivo de optimizar el microbioma intestinal a través de la alimentación. Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página de la Universidad de Trento, y en este otro publicado en la revista científica Nature.
Fotos | Depositphotos