Como ya hemos comentado en otras ocasiones, el fraude alimentario está muy extendido en el mundo, aunque existe un grupo de 12 alimentos que tienen un mayor riesgo de fraude, uno de ellos son las especias. Precisamente hoy hablamos de las especias porque a través de los resultados de una investigación realizada por la DGCCRF, administración francesa dependiente del Ministerio de Economía que lleva a cabo tareas de regulación competitiva del mercado, protección económica y seguridad del consumidor, podemos saber que el mercado de las especias en Francia está gravemente afectado por las prácticas fraudulentas.
La Dirección General de Competencia, Asuntos del Consumidor y Control del Fraude (DGCCRF) visitó 181 establecimientos recopilando un total de 179 muestras de especias, tras los análisis oportunos se constató que el 51% de las muestras sufrían algún tipo de anomalía, defectos en la calidad, cualidades anunciadas que no se correspondían con la realidad, presencia de ingredientes sustitutivos u otras especias que no figuraban en las etiquetas de los envases, etc. La investigación se centró especialmente en las especias que se presentan en polvo, azafrán, pimentón, curry, comino, cúrcuma, canela, jengibre o cilantro entre otras, detectando que el azafrán es la especia con mayor tasa de fraude, estableciéndose en un 81% de las muestras.
La DGCCRF manifiesta su preocupación por la situación, advierte que el elevado grado de prácticas fraudulentas con las especias socavan la calidad de los productos y su imagen, perjudicando especialmente a quien trabaja de forma honesta ofreciendo especias de calidad. La agencia francesa considera que las condiciones de producción de las especias y la escasez de algunas variedades causan tensiones en el mercado, lo que deriva en el aumento de los precios y la comercialización de productos que son de menor calidad o simplemente están falsificados o adulterados.
Esto no ocurre sólo en Francia, recordemos casos como el de Australia, donde se comercializaba orégano seco adulterado con productos mucho más económicos, como hojas de olivo y hojas de zumaque molidas, algo que también ocurría en el Reino Unido. Hay que decir que este tipo de fraudes no suponen un riesgo para la salud, pero afectan al bolsillo del consumidor porque no adquiere el producto por el que paga. Otros fraudes son mucho más graves porque sí pueden afectar a la salud de los consumidores, es el caso del fraude del comino detectado en el Reino Unido, donde los falsificadores utilizaban cáscaras de almendras y cacahuetes para sustituir parte de comino, y esto suponía un grave riesgo para la salud de quienes podían ser alérgicos a los cacahuetes o las almendras.
Según los análisis, el azafrán estaba adulterado con cártamo o azafrán silvestre, de hecho, es un producto que se puede utilizar en la cocina para dar color y realzar el sabor de los guisos, siendo un sustituto del azafrán, pero con un valor comercial muy inferior. También se han detectado muestras de canela que se anunciaban como originarias de Sri Lanka, país productor de la variedad de árbol de la canela (Cinnamomum verum) y cuya corteza es la más apreciada del mundo, sustituidas por canela de China, que nada tiene que ver con la canela de Ceilán, de ahí que sea mucho más barata. Además, se ha detectado que se han adulterado los botes de especias con productos como los almidones exógenos, la sal o el orujo de oliva, a fin de aumentar de forma artificial la masa del producto para reducir costes y obtener un mayor beneficio.
Un 7% de las muestras analizadas eran peligrosas porque contenían alérgenos no declarados en las etiquetas del envase, algo similar a lo ocurrido con el caso del comino del Reino Unido. También se destacan los problemas en el etiquetado relacionados con otra información, por ejemplo, con el peso neto que es inferior al indicado en la etiqueta, o problemas con el nombre del producto porque no es realmente el anunciado, etc. Dada la cantidad de irregularidades detectadas, la DGCCRF advierte que seguirá realizando auditorías y denunciando los casos de fraude que se detecten.
Sería interesante que en nuestro país se realizara una investigación exhaustiva para conocer el grado de adulteración de las especias, porque seguramente el fraude también se produce, pero ¿será tan o más elevado que en Francia? Podéis conocer todos los detalles de la investigación a través de este artículo publicado en la página oficial de la Dirección General de Competencia, Asuntos del Consumidor y Control del Fraude de Francia.
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