La FSA (Food Standards Agency), Agencia de Normas Alimentarias del Reino Unido, ha decidido iniciar una nueva investigación para intentar determinar si el aspartamo es peligroso. Al parecer, el estudio se inicia a raíz de varias denuncias realizadas por personas que aseguran sufrir dolores de cabeza, fatiga, vómitos, etc., tras ingerir alimentos o bebidas que contienen el edulcorante.
El aspartamo (aspartame) es una sustancia compuesta por dos grupos de aminoácidos (ácido aspártico y fenilanalina) y un alcohol (metanol). El edulcorante no calórico es hasta 200 veces más dulce que el azúcar y se encuentra presente en numerosos productos alimentarios y bebidas de todo el mundo. En la lista de los aditivos admitidos por la Unión Europea se designa como E951, recordemos que la “E” indica que se trata de un producto aprobado por la Unión Europea. El aspartamo fue inicialmente aprobado por la Food and Drug Administration (Administración de Alimentos y Fármacos) de Estados Unidos y posteriormente también fue aprobado por la EFSA y la FSA.
Ahora la FSA quiere volver a realizar una revisión sobre los estudios anteriores y realizar un nuevo trabajo que determine si el aspartamo es un peligro o no. Recordemos que el aspartamo ha estado sujeto a diversas polémicas, algunos investigadores han realizado estudios en los que se concluía que se trataba de una sustancia con efectos cancerígenos. En este caso la investigación era presentada por expertos italianos pertenecientes a la Fundación Ramazzini de Oncología. La verdad es que se pueden nombrar diversos estudios a favor y en contra. La OMS (Organización Mundial de la Salud) y la FAO (Organización para la Alimentación y la Agricultura), establecieron los máximos de ingesta de la sustancia para garantizar la seguridad alimentaria, es decir la aceptaban.
La FSA financiará a un grupo de investigadores encabezados por el profesor Stephen Atkin, un reputado especialista experto en endocrinología, enfermedades metabólicas y diabetes de la Hull York Medical School, una escuela de medicina del Reino Unido. En la investigación se reclutará a un grupo de 50 voluntarios que manifiesten sufrir los síntomas que antes hemos descrito y que estén dispuestos a ingerir el edulcorante. Los investigadores proporcionarán a los voluntarios barritas de cereales con aspartamo y sin aspartamo aleatoriamente para comprobar los efectos si los hubiera, e intentar averiguar la relación.
Se realizarán análisis de sangre y de orina después de cada ingesta, en principio, el estudio se realizará durante varias semanas, pero no podremos conocer los datos obtenidos hasta el próximo año. Se espera que las pruebas obtenidas determinen si existe algún vínculo entre los síntomas y efectos que sufren los individuos sujetos al estudio y cualquiera de las sustancias que componen el aspartamo. Quizá algunas personas sean más sensibles al aspartamo y por ello sufren los problemas mencionados, quizá sea otra la sustancia que provoque estas reacciones y esté presente como denominador común en algunos alimentos.
Una cosa parece evidente, algunas sustancias aceptadas y aprobadas en principio, han terminado prohibiéndose tras realizar nuevos estudios al ser consideradas peligrosas, no decimos que el aspartamo sea o no peligroso, pero sí abogamos por que a medida que avancen las nuevas tecnologías, se realicen nuevos estudios que garanticen la seguridad de los productos y sustancias utilizadas en la alimentación.
Vía | The Guardian
Foto | Timsamoff