El consumo de agua en nuestro país se dispara, el pasado año se alcanzaron los 6.000 millones de litros consumidos, nada menos que un 50% más que hace seis años. El agua es el negocio del siglo XXI dadas las estadísticas de consumo y la escasez del preciado líquido, quien encuentra un manantial es como si encontrara un pozo de petróleo.
El agua ha alcanzado precios desorbitados y en muchos establecimientos es más cara que el petróleo. En un artículo de la publicación electrónica El Mundo, podemos conocer las cifras que se barajan en torno a la compra de manantiales, es realmente sorprendente. Los propietarios de los manantiales piden varios millones de euros y las empresas los pagan, tres, seis y hasta doce millones de euros por un manantial de agua. Estos manantiales reúnen los requisitos que las compañías persiguen, un impresionante caudal de agua y unos valores de calidad adecuados.
Asegurar la materia prima es lo que hacen compañías como Coca Cola, sobre todo ante las previsiones de consumo existentes, sólo el pasado año, en España se facturaron 1.180 millones de euros en las ventas de aguas y se prevé un aumento de casi el 8% para este año. El agua se destina además a la elaboración de refrescos u otros productos alimentarios que lo requieran, y al parecer, los 130 manantiales que se encuentran en explotación no dan abasto y no logran saciar la sed de la industria de lo que ahora se denomina oro azul.
Pero lo mismo ocurre en otros países, Alemania, Francia… recordemos por ejemplo el post Coca Cola no es aceptada en la India. En él, reflejábamos las denuncias contra la compañía por la sobre explotación de los recursos acuíferos del país y los problemas que se habían generado. En cualquier lugar del mundo el agua ha adquirido un papel económico muy importante, y es lamentable conocer en manos de quién está el agua potable donde escasea.
El agua es un una garantía económica y se encuentra sujeta a los movimientos especulativos, las empresas ya tienen realizados sus estudios de mercado a largo plazo y por ello posiblemente estén lanzadas a intentar comprar todo aquel manantial de calidad del que tengan noticia. Han bastado tan sólo diez años para convertir el negocio del agua en uno de los más rentables y menos regulados del mundo. Si hace unos cuantos años incluso parecía que se depreciara su valor, hoy en día, se puede considerar como una de las mercancías (legales) que más dinero mueven en el mundo.
Hemos estado hablando de cantidad y del agua embotellada que podemos encontrarnos en el supermercado, a todo ello hay que añadir los tipos de agua, la denominación de aguas y los nuevos productos y conceptos emergentes en torno al agua, el volumen económico es impresionante. Si a esto sumamos la industria que trabaja para el agua, envasadoras, etiquetadoras, etc., podemos hacernos una idea de la importancia económica del preciado líquido.
Indudablemente, a mayor sequía y calor, mayor es el negocio, el cambio climático por el momento, les viene muy bien a las industrias dedicadas al agua, pero poco a poco se secan las fuentes y los manantiales y la sed aumenta, ya pagamos el agua a precio de oro, ¿Qué pasará cuando aumente la escasez?
Recomendamos leer el artículo de la publicación El Mundo, no tiene desperdicio y proporciona una mayor comprensión de la situación.
Vía | El Mundo