En el reciente informe titulado “Comercio a cualquier precio” elaborado por Foodwatch, se advertía de los riesgos de los nuevos acuerdos comerciales entre la Unión Europea con terceros países, asegurando que se trataba de acuerdos similares al TTIP (Asociación Transatlántica para el Comercio y la Inversión) o el CETA (Acuerdo Integral de Economía y Comercio entre Canadá y la Unión Europea).
Pues bien, Foodwatch advierte que el acuerdo comercial entre la UE y Mercosur está a punto de alcanzarse y dañará los derechos de los consumidores europeos, afectando a las normas de seguridad alimentaria, a las normas ambientales y a la salud de los consumidores. Recordemos que Mercosur o Mercado Común del Sur, es un bloque formado por países sudamericanos como Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Chile, Colombia o Ecuador, entre otros.
Si este acuerdo se lleva a cabo, permitirá que las empresas brasileñas productoras de carne, que tienen una elevada productividad y comercializan la carne a precios muy bajos, exporten de forma masiva a la Unión Europea, lo que dañaría a los pequeños productores comunitarios. En el contexto medioambiental, el acuerdo favorecería el aumento de la producción cárnica en Brasil, por lo que se produciría una deforestación de grandes extensiones de selva. En el contexto de la seguridad alimentaria y la salud, la normativa sobre calidad y seguridad de la carne en Brasil es mucho más relajada, por lo que la UE debería suavizar su legislación para facilitar la introducción de carne de calidad cuestionable.
No podemos olvidar que el año pasado se detectó que varias empresas brasileñas del sector de la carne, estaban adulterando y maquillando la carne bovina y aviar en mal estado para poder comercializarla. Este escándalo alimentario preocupó a los consumidores brasileños desconfiando de la carne que consumían. Tampoco hay que olvidar que Brasil es el principal exportador de productos cárnicos en el mundo, siendo los principales clientes la UE y los países asiáticos, ¿en qué estado se encontraba la carne que el país había exportado?
Se comprobó que JBS, una de las mayores empresas productoras de proteínas del mundo, había enviado cargamentos de carne contaminada con salmonella a Europa, pero la compañía aseguró que estos envíos estaban permitidos bajo los estándares europeos de calidad, algo que resulta incomprensible, en este artículo publicado en BBC podéis conocer más detalles. Estos problemas tan recientes deberían obligar a la UE a aplicar el principio de precaución y olvidarse de llegar a un acuerdo comercial o, por lo menos, obligar a que se cumpla la normativa de seguridad comunitaria.
A Foodwatch le preocupa el acuerdo, porque como en el caso del CETA o el TTIP, se podrán realizar cambios en la legislación comunitaria sin control democrático y sin tener en cuenta consecuencias colaterales, afectando a la salud, a la protección del consumidor y a la del medio ambiente, en favor de terceros países. A esto hay que sumar que posiblemente las corporaciones tendrán derecho a demandar a los Gobiernos si interfieren en su actividad, obligando a que puedan comercializar libremente sus productos sin que ningún país comunitario pueda oponerse.
La organización de consumidores quiere que la UE revise su política comercial antes de seguir negociando nuevos acuerdos comerciales, ya que esta política debe proteger los intereses y derechos de los ciudadanos comunitarios, no los intereses comerciales de las grandes empresas. Foodwatch comenta que esta semana pasada la CE empezó una ronda de negociación del acuerdo en Paraguay, por lo que da la impresión de que su firma es inminente, lo que podría derivar en el fin de una alimentación segura, sostenible y justa.
Hay que aclarar que no se está en contra del comercio, pero sí de los acuerdos comerciales antidemocráticos que se realizan en secreto y que sólo sirven a los intereses comerciales de las grandes compañías. Por ello, se ha puesto en marcha esta campaña para la recogida de firmas, para intentar detener el acuerdo comercial entre la Unión Europea y Mercosur, algo bastante complicado, sobre todo, si no participan más organizaciones y asociaciones de consumidores.
En este artículo de Foodwatch podéis conocer más detalles de las razones por las que hay que oponerse a este acuerdo comercial con Mercosur, merece la pena leer el artículo, ya que hay muchas cuestiones en juego.