El aceite de orujo de oliva sufre una seria recesión, cada vez se vende menos, otros aceites como el de girasol son preferidos por los consumidores. Desde que el aceite de orujo de oliva se sumió en la crisis del benzopireno, el sector ha ido de mal en peor.
Todo comenzó en julio del año 2001, cuando los medios de comunicación se hicieron eco de la detección de esta sustancia en el aceite de orujo de oliva. El benzopireno es un peligroso compuesto muy cancerígeno que se encuentra presente en algunos productos de alimentación y se genera a partir del proceso en el que se retira el exceso de agua de los productos utilizando altas temperaturas. Determinados procesos empleados en la elaboración de algunos alimentos disparan el contenido de esta sustancia.
Pero centrándonos en el aceite de orujo de oliva, éste se obtiene del procesamiento del orujo de la oliva, o lo que es igual, se obtiene de los residuos resultantes del proceso de elaboración del aceite de oliva. Los benzopirenos se generarían en el proceso de refinado de este aceite, proceso en el cual se utilizan diversos disolventes y altas temperaturas, a mayores temperaturas, mayor cantidad generada del compuesto.
El caso es que a partir de la detección de la sustancia y la denuncia social realizada sobre su peligrosidad, la industria del aceite de orujo de oliva prometió reducir los niveles a una escala permitida o en su defecto eliminarlo mediante nuevos tratamientos. Los nuevos procesos desarrollados para la obtención del aceite de orujo se basan en la centrifugación y refinación a bajas temperaturas para conseguir mantener los componentes beneficiosos que presenta el aceite de oliva evitando además la aparición de benzopirenos.
Se entiende perfectamente que la señal de alarma provocara una seria reducción del consumo, pero los esfuerzos por mejorar la imagen del aceite de orujo de oliva en años posteriores mediante el cambio de sistemas de extracción o a través de nuevos estudios científicos que mostraban las grandes virtudes que ofrecía este alimento al organismo, no han servido de nada.
Así lo muestran los datos de venta y consumo, el aceite de orujo de oliva es más barato que el aceite de girasol y a pesar de ello, es el aceite de girasol el más demandado. Cada vez se encuentra menos presente en los supermercados y tiendas de alimentación, su consumo se reduce día a día, parece que el alimento estuviera condenado a extinguirse.
Podemos citar algunos estudios que muestran las bondades de este producto, como por ejemplo la investigación realizada por expertos de la Universidad de Granada y expertos del Hospital Carlos III (Madrid), en ella se mostraba que un compuesto denominado ácido maslínico o crataególico presente en la piel de las aceitunas y por tanto muy presente en la masa de extracción del orujo de oliva, podía ser utilizada en la lucha contra el sida, llegando a ralentizar la propagación del virus hasta en un 80% en aquellos organismos que han sido contaminados.
El aceite de orujo de oliva ha estado sometido a todo tipo de estudios, tanto para mostrar sus beneficios como para producirlo de una forma saludable, como es el caso de la noticia dada a conocer a finales del año pasado en la que se mostraba el desarrollo de un nuevo sistema de elaboración de aceite de orujo de oliva que producía un aceite muy saludable. Lo desarrolló el CSIC, concretamente el Instituto de la Grasa y no utilizaba ni disolventes, ni altas temperaturas, causa directa de la aparición del benzopireno.
Da igual,la imagen fue deteriorada y su recuperación parece imposible, su presencia es cada vez más reducida, incluso empieza a ser difícil encontrarlo en la tienda más grande del mundo, internet. La demanda continúa reduciéndose y el resto de aceites se encuentran por delante del aceite de orujo de oliva, los consumidores nos hemos acostumbrado a determinados tipos de aceite y va a ser difícil que el aceite de orujo de oliva vuelva a encontrarse entre nuestros aceites preferentes. Es difícil vaticinar un cambio favorable en su consumo, además de estos factores existen otros que favorecen la reducción de ventas. No creemos que este producto desaparezca, pero para cambiar los hábitos de consumo y relanzarlo, será necesario el desarrollo de una campaña promocional fuera de serie.
1 comentarios
mi padre todavía lo compra de vez en cuando, y todavía hay familias que lo usan por ser mas barato. es el método industrial el que lo hace peligroso. y personas con una posición aceptable como mi familia lo usa por no probar siempre el mismo.