En un supermercado encontramos todo tipo de alimentos con azúcares añadidos, los productos dulces son fáciles de identificar, galletas, bollería, refrescos, cremas de cacao para untar, etc. Pero otros no, los consumidores no los asocian a un elevado contenido en azúcar, y se sorprenderían al conocer la cantidad de azúcar que integran productos como las salsas, las sopas, los preparados cárnicos o con verduras…
Según una investigación desarrollada por Foodwatch Holanda, asociación que lucha defendiendo los intereses y derechos de los consumidores, hasta el 56% de los productos alimentarios de un supermercado contienen azúcares añadidos. Los alimentos vegetales enlatados contienen jarabe de maíz de alta fructosa, miel y otros endulzantes, hasta el punto de que una ración puede contener el equivalente a 12 terrones de azúcar. Por este motivo no se puede decir que estos vegetales sean alimentos saludables.
Merece la pena recordar que se detectó que un 46% de estos productos enlatados contienen azúcares añadidos, y en ocasiones en cantidades que resultan excesivas, algo de lo que hablábamos aquí.
Habría que evitar los alimentos procesados, según la investigación, más de tres cuartas partes de este tipo de alimentos procesados con verduras contienen azúcares añadidos, son azúcares que se esconden tras otros nombres que en muchas ocasiones los consumidores desconocen. Foodwatch Holanda comenta que es como si estos alimentos hubieran sido sumergidos en una solución muy dulce antes de proceder a su enlatado o envasado, no es extraño que si compramos diferentes productos con azúcares ocultos, al final el consumo de azúcar supere con creces lo recomendado por la OMS, a pesar de que limitemos el azúcar físico consumido en el hogar.
La organización holandesa comenta que el Gobierno del país cree firmemente que todas las empresas quieren hacer sus productos más saludables y fomentar una alimentación de calidad, por ello se rigen por un código de autorregulación y, como sabemos, este tipo de iniciativas voluntarias sirven de poco, es necesario introducir leyes que limiten el contenido de azúcar, también es necesario que se informe a los consumidores sobre el azúcar añadido tal y como se realiza en Estados Unidos. Recordemos que en este país la medida se presentó a mediados del año pasado, considerándose un gran avance para ayudar a los consumidores a tomar decisiones inteligentes, reduciendo el consumo de calorías procedentes de los azúcares añadidos. Desde entonces, grupos como Action on Sugar han reivindicado con más énfasis que esta medida se ponga en marcha en la Unión Europea.
Tampoco importa si se trata de productos ecológicos enlatados, que sean ecológicos no hace que sean más saludables si contienen exceso de azúcar, recordemos que según un análisis realizado por la asociación de consumidores de los Países Bajos, 6 de cada 11 productos analizados contenían azúcares añadidos, sea caña de azúcar o miel, o utilizando otros nombres confusos para los consumidores. Sobre esto hay que apuntar que el añadido se realizaba incluso en productos que de por sí ya son dulces, como por ejemplo las remolachas, las zanahorias o los guisantes.
Foodwatch Holanda comenta que un niño de 5 años consume en un año el equivalente a su peso en azúcar, e incluso lo supera. Como ya hemos comentado en muchas ocasiones, el abuso de azúcares y calorías se traduce en enfermedades del corazón, diabetes tipo 2, enfermedades coronarias, cáncer, etc. Es difícil hacer frente a la denominada epidemia del siglo XXI si no se pone fin a los azúcares añadidos, es necesaria la voluntad política, en la que la influencia de la industria alimentaria no tenga efecto alguno.
Esta situación se reproduce en cualquier país comunitario, los supermercados están cargados de alimentos con un elevado contenido en azúcares visibles u ocultos, va siendo hora de que se ponga en marcha una legislación sobre este tema, tanto para informar sobre la cantidad de azúcares en sus distintas formas presentes en los alimentos, como para restringir su uso y abuso.
Foodwatch ha pasado a la acción e invita a todos los consumidores del país a sumarse al envío de un correo protestando por la situación e invitando al Gobierno a que de una vez por todas tome cartas en el asunto. Podéis conocer más detalles sobre la investigación realizada por la organización a través de este artículo en su página web.
Foto 1 | Pwever
Foto 2 | Monica Arellano