Seguramente deberíamos hacer más para evitar que la economía familiar vaya de mal en peor, para no ir hacia atrás en el bienestar, en los deberes y los derechos de los ciudadanos, estamos perdiendo tanto de lo que se había conseguido… Pero ante la inflación y la situación actual del país y de buena parte del mundo, en la que la mayoría de las familias están perdiendo poder adquisitivo, lo que se hace básicamente es procurar comprar más barato y reducir el consumo de recursos energéticos, hídricos e incluso alimenticios.
Esto tiene un nombre en inglés, como no, se conoce como el efecto downtrading, y aunque en estos días podemos estar leyéndolo y escuchándolo en los medios de comunicación porque se está potenciando este fenómeno, no es nuevo. Ya en 2016 leíamos un informe de Kantar Wordlpanel en el que hacía alusión al descenso que estaba sufriendo el sector Gran Consumo a causa del aumento del consumo fuera del hogar y a la elección de alternativas más económicas en la cesta de la compra, podéis recordarlo en este post.
Y el año 2023 ha empezado con una práctica mucho más habitual del downtrading, lo que se traduce como ‘comercio a la baja’, como respuesta de los consumidores a la inflación de los precios. Quien más y quien menos participamos en el efecto downtrading, buscamos alternativas más económicas para reducir el precio de la cesta de la compra sustituyendo un producto por un equivalente de menor precio. Y en algunos casos lo hacemos, no sólo por la pérdida de nivel adquisitivo, también como respuesta a lo que se conoce como reduflación.
Recordemos qué significa este término que también continúa en boga, en el post: ‘La reduflación o el arte de encarecer los productos sin que el consumidor se dé cuenta’. Las redes sociales están llenas de imágenes de productos en los que se muestra cómo los fabricantes han reducido el contenido de un producto, véase galletas, cereales de desayuno, patatas chips, servilletas, papel de cocina… sin reducir el precio y sin avisar al consumidor. Pues lo que se merecen es que dejemos de comprarlo, como mínimo.
Leemos en los medios y comentan en las noticias que la mayoría de los sectores han registrado facturaciones en positivo al cierre del año 2022, y eso que para el sector del Gran Consumo de nuestro país, el pasado año, que parecía que iba a ser un año de vuelta a la normalidad, experimentó muchos cambios, y eran todo desafíos. Sobre ello informaron en el primer webinar del año sobre las perspectivas del nuevo ejercicio realizado por Kantar Worldpanel, tras realizar un balance de un año inusual que, como comentábamos, empezó con el fin de la pandemia y el trasvase del consumo de dentro a fuera del hogar, pero el segundo semestre se caracterizó por la reacción de los consumidores a la inflación.
Los expertos que participaron en el webinar titulado ‘Los grandes retos de 2023’, cifraron el crecimiento de la facturación del Gran Consumo en un 4’5%, y aún mayor fue la de la alimentación fuera del hogar, se sitúa en el 12%. El mencionado downtrading (buscar productos alternativos para abaratar la cesta de la compra) se abrió paso en el segundo semestre de 2022 debido a la inflación: “La reacción del consumidor al precio no sigue reglas matemáticas, sino psicológicas, por lo que el comprador reacciona a la inflación con movimientos globales para ahorrar, como reducir la cantidad de comida que tira, disminuir el gasto en productos frescos y optar, en mayor medida, por los segmentos básicos de categorías y la marca de distribuidor”.
Sobre todo esto también hablamos antes de finalizar el año, recordad que el informe FMCG Demand Signals® concluía que los consumidores mostraban señales de una severa fatiga de la inflación, y eran muchos los cambios que los consumidores realizaban para lidiar con una crisis del costo de la vida que no habían experimentado antes, al respecto podéis leer más en el post ‘El comportamiento del consumidor regresa a los años 70 y 80 por la fatiga de la inflación’.
Y seguimos igual, o más, y vamos a tener que reforzarnos porque las perspectivas para 2023 son que el Gran Consumo luche contra el downtrading. Desde Kantar también auguran un año mejor para España a pesar de la ralentización de la economía, que los precios se moderarán a niveles más aceptables y el sector Gran Consumo recuperará registros de incremento en valor y volumen a lo largo del año. Podéis leer más al respecto en la web de Kantar.