Dukkah

Habíamos oído hablar de la Dukkah, realmente no recordamos si la hemos probado alguna vez, pero recientemente surgió en una conversación y hoy, al recordarlo, hemos hecho las búsquedas pertinentes en la red. Hemos encontrado varios sitios donde nos explican qué es la dukkah y cómo hacerla.

Dukkah es una mezcla de frutos secos y especias de origen egipcio. Su uso culinario es muy amplio, y quizá nosotros lo hagamos más. La dukkah se consume generalmente sobre una rebanada de pan (no el de la foto) regada con aceite de oliva y espolvoreada con esta mezcla de especias y frutos secos, también se sirven bastoncitos de pan de pita tostados y dos cuencos, uno con aceite y otro con la dukkah, a la hora de degustarlo se moja con el pan en el aceite y después en la dukkah para que se quede “agarrada”.

Es también un condimento sabroso y nutritivo para las ensaladas y verduras, sean crudas o asadas. Los platos de pescado, marisco y carne también agradecen este condimento, así que como decíamos, su aplicación culinaria es muy amplia y su elaboración muy sencilla.

Los ingredientes de la dukkah varían según quien la elabora, leemos que se hace tradicionalmente con avellanas, pero en la actualidad también se utilizan las almendras o la combinación de ambos frutos secos. Hoy la hemos hecho así, pero la próxima vez incorporaremos las nueces, deben sentarle muy bien también.

Después está el grado de molienda, puede ser como una harina gruesa o dejar los trozos más grandes, ya que todos los ingredientes se tienen que triturar, sea de forma manual o con un molinillo o batidora específica. En fin, que cada uno adapte la elaboración y los ingredientes a su gusto, nuestra primera elaboración es esta.

Ingredientes

  • 70 gramos de avellanas
  • 30 gramos de almendras
  • 60 gramos de sésamo
  • 5 gramos de comino
  • 7 gramos de cilantro
  • 4 gramos de pimienta negra
  • 1 c/p de sal. Recordamos que la proporción es al gusto de cada uno.

Elaboración

Tostamos por separado todos los ingredientes, excepto la sal, para que desprendan todo su aroma y sabor, pero los dejamos enfriar, dato importante, porque si están calientes cuando los trituremos, el aceite que han liberado las especias y los frutos secos no permitiría que quedara una mezcla suelta.

También hay que procurar, por lo tanto, que si trituramos en un robot de cocina o molinillo, no coja calor, así que se puede hacer en pequeñas cantidades para que quede molido a nuestro gusto en pocos segundos, evitando además como resultado una mezcla pastosa.

Una vez hecha la receta de dukkah ya la podemos servir como nos apetezca y la restante, conservarla en un bote de cristal hermético hasta el próximo consumo, que seguramente no se retrasará mucho, aunque aguanta varias semanas.

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