Por algún motivo que posiblemente deduzcamos pero no conocemos con certeza, el queso italiano Grana Padano es menos pronunciado que el Parmigiano Reggiano, más conocido como parmesano, pero a la hora de comprar en un super o hipermercado, abunda más el primero que el segundo, en parte posiblemente porque es algo más económico y por ello tiene más salida. Ya nos comentaréis que os parece a vosotros y qué encontráis en vuestra tienda habitual, y hablamos de las cuñas, no del queso rallado o en polvo, ya sabéis que ese no lo recomendamos.
El caso es que creemos que el queso Grana Padano que tantos platos enriquece en nuestro país, debe ocupar el lugar que merece, y no que se le cambie de nombre utilizando el de su ‘primo’ más famoso, más apreciado porque según los expertos es mejor por la zona de producción, la raza de las vacas que ofrecen la leche, la curación… Aquí os explicábamos cómo se elabora el Parmigiano Reggiano, en otra ocasión hablaremos de la elaboración del Grana Padano, ahora lo que queremos es dejaros algunas recetas para hacer con este queso.
Así que bajo estas líneas tenéis doce recetas con queso Grana Padano, hay verduras, pasta, arroz, pan, carne… y os podríamos recomendar muchas recetas más que quedan tan bien con Grana Padano como con Parmigiano, pues cualquiera de los dos que dispongan del sello de calidad, Denominazione di Origine Controllata para el primero y Denominazione d’Origine Protetta el segundo, están ricos y ofrecen mucho sabor y una textura particular.
Focaccia de cebolla y Grana Padano: Este pan plano tradicional de la cocina italiana queda riquísimo con cebolla, queso, nuez moscada y aceite de oliva virgen extra, y es muy fácil de hacer.
Macarrones con eneldo y migas de aceitunas: La pasta suele permitirnos hacer platos muy económicos y además sabrosos, con pocos ingredientes podemos disfrutar de un entrante nutritivo que sorprenda por el juego de sabores y texturas, como sucede en este caso.
Espaguetis con requesón y Grana Padano: Esta receta de pasta es muy sencilla y extremadamente deliciosa, cuando la pruebas se convierte en un plato habitual. Imprescindible el uso de un buen requesón artesano.
Coles de Bruselas con piñones, ajo y guindilla: El queso Grana Padano rallado sobre las coles de Bruselas recién hechas se funde y las impregna de su sabor, haciendo esta verdura más deliciosa para todos.
Quinotto de setas: Emulando a un risotto, este guiso de quinua con setas lo ligamos con queso Grana Padano, queda muy sabroso y sorprende a quienes no conocían este pseudo cereal.
Pappardelle de kamut con queso y tomate fresco: El Grana Padano con mozzarella de búfala, tomates, orégano y poco más, son el acompañamiento ideal para una pasta fresca hecha en casa elaborada con harina de kamut.
Tallarines con alcachofas y tomates secos confitados: Aquí son necesarias unas lascas gruesas de Grana Padano para que aguanten la potencia de las alcachofas y de los tomates confitados, un trío exquisito para la pasta.
Risotto de queso y uvas: Además del Grana Padano, hay más quesos amalgamando este arroz con uvas, ya se sabe, uvas y queso saben a beso… con pan y sin él.
Magret de pato y ñoquis con crema de vainilla: En este plato el queso es para la salsa que adereza los ñoquis que acompañan a un sabroso y jugoso magret de pato. Un plato completo y rico.
Pollo con patatas crujientes: Un poco de queso con pan rallado y especias para formar una costra en las patatas quedando crujientes después de pasar por el horno. Una forma exquisita de comer una simple pechuga de pollo.
Pastel de carne: El Grana Padano es un queso ideal para aportar más sabor a un puré de patatas, y también para gratinarlo, como en este caso hacemos con el que cubre la carne del pastel.
Pato, endivias y peras con salsa de arándanos rojos: Quizá no es muy habitual acompañar la carne con unas lascas de queso, y no sabemos por qué, pues el resultado es una delicia, os animamos a probarlo con esta receta.