Uno de los quesos más accesibles, versátiles y sabrosos es el queso emmental, ahora bien, es necesario recomendar que cuando compréis este queso, como cualquier otro, es preferible adquirir una pieza que después se pueda cortar o rallar, según las necesidades de la receta, pues un queso recién rallado es mucho más sabroso y conserva mejor sus propiedades que un queso que se compra ya rallado, además es más fácil que el producto sea sólo queso emmental y no otros preparados, como los denominados sustitutos artificiales del queso.
El queso emmental es un queso elaborado con leche de vaca, muy conocido por sus agujeros, que tiene su origen en los Alpes suizos. Es fácil encontrarlo en tiendas especializadas y en la sección de quesos de supermercados, tanto para adquirirlo al corte, como en porciones envasado al vacío o rallado. Lo mejor es comprarlo al corte, o al menos en porciones, para cortarlo en dados, en lascas o rallarlo antes de incorporarlo en nuestras recetas. Es muy habitual incluirlo en salsas y gratinados, pues funde muy bien.
Si queréis ideas de platos en los que utilizar este queso, aquí os dejamos doce recetas con queso emmental, veréis que a menudo se incorpora para potenciar el sabor, lo hace por ejemplo con el puré de patatas para un pastel de carne y también en una salsa de queso, en la pizza… En este recopilatorio dominical hay recetas muy variadas, así que tomad nota y disfrutad.
Croquetas de berenjena y queso: Estas croquetas son, como la mayoría, un vicio, porque es un bocado cremoso y lleno de sabor que conquista a cualquiera. No dudes en probar unas croquetas de verduras como estas porque te van a sorprender.
Gougères: Esto es simplemente una pasta choux, como la que se utiliza para hacer profiteroles o lionesas, a la que se le añade el queso rallado y se hornea, una delicia para tomar sola o para rellenar.
Scones de queso y nueces: Los scones son como unos pequeños panecillos que se elaboran con levadura rápida (de repostería) y que se pueden hacer dulces o salados, tanto para acompañar el té como para el aperitivo. Con un poco de queso y unas nueces se preparan unos scones exquisitos que querrás comer solos.
Espirales de hojaldre con pollo y mojo de cilantro: Estos espirales son una buena propuesta para hacer un aperitivo o una merienda con el pollo asado que ha sobrado, pero también se puede cocinar el pollo expresamente para hacerlos, y merece la pena. Son fáciles de elaborar y un capricho delicioso para el paladar.
Gnocchi a los cuatro quesos con bacon: El queso emmental es uno de los que se incluyen en la combinación de quesos con los que se elabora la salsa que baña los ñoquis, además de textura tiene sabor.
Pechuga de pollo al horno con costra de limón: El queso emmental, junto al parmesano, al pan, a la piel de limón y a algunas especias y hierbas aromáticas, es el que proporciona una cobertura sabrosa y crujiente a una simple pechuga de pollo que se termina de hacer en el horno.
Rollito de lomo con pera y salsa de queso: Aquí está una de las fórmulas más sencillas para hacer una salsa de queso, en esta ocasión acompaña a un rollito de carne que además de fácil de hacer, queda muy sabroso.
Pastel de carne: El queso emmental es ideal para enriquecer el puré de patatas con el que, en esta receta, se cubre a carne para hacer el pastel. Este es un clásico que todos tenéis que probar, y muchos repetiréis.
Pizza funghi: Son muchas las pizzas en las que incorporamos el queso emmental rallado, aquí tenéis una idea, una de las pizzas favoritas es la pizza de setas.
Masa de pizza de coliflor: Desde que descubrimos que se podía hacer una especie de base de pizza con coliflor, la hemos elaborado varias veces con distintas coberturas, y el queso parmesano también forma parte de esta receta. Incluso si coberturas es una delicia.
Pastel de jamón y queso al romero: Es como un bizcocho o un cake, pero salado, y está extremadamente delicioso, así que no podemos hacer menos que volver a recomendároslo.
Mug cake de calabacín y queso: Y para quienes necesitan disfrutar de un capricho salado y rico, recién hecho y en sólo cinco minutos, nada mejor que probar los populares mug cakes, en esta ocasión con calabacín y queso parmesano, ¡que delicia!
