Ya ha llegado el verano, aunque el calor propio de esta estación se anticipó, y desde hace ya varias semanas tenemos que prestar especial atención a algo tan básico como la buena práctica en la cocina. Como cada año recordamos, las altas temperaturas de la época estival favorecen el desarrollo de microorganismos, bacteria, etc., los alimentos son una fuente de nutrientes que les ayudan a multiplicarse, así que está en nuestras manos seguir las normas básicas para manipular y conservar alimentos.
Hoy en particular vamos a hablar del huevo a raíz del recordatorio que ha publicado el Instituto del Huevo, pero después no estará de más recordar otras lecturas interesantes, como Evitar las toxiinfecciones alimentarias, donde encontraréis recomendaciones sobre la manipulación, consumo y conservación de distintos alimentos, así como el acceso a otros artículos relacionados.
Hablando de huevos, antes de dejaros con los diez consejos básicos para un uso seguro del huevo, queremos recomendaros otras lecturas interesantes sobre la conservación de los huevos y la elaboración de mayonesa casera, donde también encontraréis recomendaciones para evitar toxiinfecciones alimentarias.
Diez consejos básicos para un uso seguro del huevo
1. Compre huevos con la cáscara intacta y limpia, debidamente etiquetados y con el código de trazabilidad marcado en la cáscara.
2. Respete la fecha de consumo preferente indicada en el envase del huevo.
3. No deje los huevos, ni los alimentos con huevo, a temperatura ambiente. Póngalos en el frigorífico.
4. No deben lavarse los huevos antes de meterlos en el frigorífico para su conservación. Puede lavarlos justo antes de usarlos.
5. No casque los huevos en el borde del recipiente donde vaya a batirlos. Lave después de su uso cualquier recipiente o utensilio con restos de huevo crudo.
6. No separe las claras de las yemas con la propia cáscara del huevo.
7. Cuaje bien las tortillas. No las deje a temperatura ambiente si no las va a consumir inmediatamente y manténgalas en refrigeración hasta su consumo.
8. Prepare con la máxima higiene la mayonesa casera, añada un chorrito de vinagre o limón y consérvela en el frigorífico hasta su consumo. La mayonesa industrial también debe conservarse refrigerada una vez abierta.
9. Conserve siempre en el frigorífico los pasteles, natillas, salsas, etc. y consúmalos en las 24 horas siguientes a su elaboración.
10. Los alimentos crudos o poco cocinados, así como las manos o utensilios de cocina que no estén bien limpios pueden contener gérmenes. Evite que entren en contacto con alimentos listos para comer, ya que pueden contaminarlos.
Para finalizar, vamos a recordar que no dejan de realizarse investigaciones para evitar que la salmonella nos llegue a través de los huevos (también lo hacen con otros alimentos, por supuesto), hace varios años conocíamos la investigación realizada por AZTI-Tecnalia (Centro de Investigación Marina y Alimentaria) llevada a cabo para erradicar la salmonella de la cáscara de los huevos con pulsos de luz. El año pasado era una investigación de la Universidad de Purdue (EE.UU) la que demostró que se podía prolongar la vida útil de los huevos si se potenciaban sus defensas mediante el enfriado con CO2 líquido.
Cada uno de nosotros, como consumidores, debemos seguir todos los consejos de manipulación y conservación de los alimentos para que sean seguros y garanticen la salubridad de nuestra alimentación y la de los nuestros, pues las medidas sanitarias de prevención que se realizan desde el origen, deben completarse con las buenas prácticas en nuestra cocina.